KIEV.- Los servicios de emergencia de Ucrania han finalizado las tareas de búsqueda bajo los escombros de la cafetería y la tienda de comestibles alcanzadas por un misil ruso, en el pueblo Groza, en el distrito de Kupiansk, en la región ucraniana de Járkov, que ha dejado finalmente 51 muertos y seis heridos.
«Un crimen brutal», ha lamentado el presidente, Volodimir Zelenski. Entre los heridos y los fallecidos hay menores de edad. El ataque se ha producido alrededor de las 13.15, hora local, cuando alrededor de 60 personas se congregaban en una cafetería tras asistir al funeral de uno de los vecinos del pueblo.
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, ha señalado que al funeral asistió prácticamente «un miembro de cada una de las familia» de Groza, un pueblo de apenas 330 habitantes. «Es toda una tragedia para Ucrania» y «otro crimen terrible cometido por los rusos», ha expresado el ministro.
La medida docena de heridos, ha dicho, han sufrido graves heridas de metralla puesto que se encontraban a apenas 50 o 60 metros del lugar del impacto. «Los médicos están luchando por sus vidas», ha señalado.
Por último, Klimenko ha informado de que las autoridades están investigando la posibilidad de que alguien pudiera haber dado las coordenadas precisas del lugar, ya que a pesar de que «el edificio es pequeño (…), el disparo fue certero», por lo que no se puede descartar esa opción.
