Ro Khanna intenta reducir las tensiones por la guerra entre Israel y Hamas.
POR JOEY CAPPELLETTI
DEARBORN, Michigan (AP) — Al amanecer del jueves en Dearborn, Michigan, líderes árabes estadounidenses entraron a una cafetería local y saludaron al representante Ro Khanna de California antes de acercar sillas a una mesa.
Durante las siguientes dos horas, los líderes hablaron sobre cómo les afectó personalmente la guerra en Gaza y criticaron al presidente Joe Biden por el creciente número de palestinos muertos en la ofensiva israelí tras el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Khanna, un representante de la campaña de Biden que organizó la reunión de forma independiente, escuchó atentamente.
Fue una rara conversación sin filtros entre dos partes que se han distanciado cada vez más. Y después de un día de reuniones, parecía poco probable que las dos partes pudieran volver a unirse a menos que la administración cambiara de rumbo respecto de un alto el fuego en Gaza, al que se oponen tanto la Casa Blanca como Israel.
Si bien se espera que Biden consiga la victoria en las primarias demócratas del martes, los aliados del presidente también buscan evitar una posible vergüenza por una presión a nivel estatal para que los demócratas de Michigan voten «sin compromiso».
La comunidad árabe-estadounidense de Michigan se ha negado en gran medida a reunirse con cualquier persona relacionada con Biden en las últimas semanas y muchos líderes, incluida la representante demócrata Rashida Tlaib, han presionado para que un “no comprometido” envíe un mensaje sobre el manejo de la guerra por parte de Biden.
Khanna, quien también pidió un alto el fuego, no visitó Michigan en nombre de la campaña.
Sostiene que los demócratas no necesitan esperar hasta las primarias del martes para ver que la campaña de reelección de Biden está en problemas en un estado campo de batalla que casi con certeza no puede darse el lujo de perder en noviembre .
“Me sentiré igual el lunes que el miércoles”, dijo Khanna. «Necesitamos cambiar de rumbo y debemos hacerlo rápidamente».
Biden ha respaldado a Israel desde el ataque del 7 de octubre, en el que militantes de Hamas mataron a 1.200 personas y secuestraron a otras 250. Ha presionado al Congreso para que financie armas y ayuda adicionales para Israel mientras éste monta una ofensiva para capturar a agentes de Hamas y rescatar a rehenes israelíes.
La Casa Blanca también ha señalado públicamente su desacuerdo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en cuestiones como la solución de dos Estados, que Biden apoya incluso cuando Netanyahu y muchos miembros de su coalición de gobierno de extrema derecha se oponen a ella, y en el número de civiles asesinados. por Israel.
En un comunicado, el portavoz de la campaña de Biden, Ammar Moussa, dijo que Biden “está trabajando estrecha y orgullosamente con los líderes de las” comunidades musulmana y árabe estadounidense “para escucharlos sobre una amplia gama de cuestiones”.
«Ha instado a Israel a hacer todo lo posible para evitar víctimas civiles», dijo Moussa. «También ha presionado con éxito para que se entregue ayuda humanitaria en Gaza».
Khanna invitó a un periodista de Associated Press a participar en algunas de sus reuniones en Michigan.
Primero fue un desayuno con el exrepresentante Andy Levin, quien bromeó el jueves diciendo que su nuevo cargo es “activista local”. Levin es un autoproclamado sionista y ex presidente de una sinagoga que ha pedido una solución de dos Estados entre israelíes y palestinos.
Levin perdió una primaria demócrata hace dos años ante su colega representante Haley Stevens, y grupos proisraelíes gastaron más de 4 millones de dólares en su contra.