DILEMA
Por: Wilson Pérez
El corazón quiere amor. El cuerpo quiere sexo. La mente quiere paz. ¿Cómo podríamos resolver esta disputa?
El primero es un dilema de la mujer. El corazón de la mujer, el órgano más estúpido, prehistórico, poco evolucionado que biológicamente existe, sin capacidad atributiva para decidir, pero decide.
Es tan tonto el pobre que se cree todo aquello que le hace latir, ha sido sobrevalorado por músicos, poetas y artistas, atribuyéndole capacidades que no tiene ni podrás nunca poseer, por la estupidez que le caracteriza y adorna.
Algunos les atribuyen supremacía jerárquica, señalando que, allí donde el corazón decide es de mala educación que la razón le contradiga.
Vaya usted a suponer semejante salvajada. El dilema es que, en el cuerpo de la mujer, el corazón manda. Suponga entonces la disputa que se genera cuando el cuerpo pide sexo.
El cuerpo, etimológicamente, la palabra lo define como si el corazón, por estar dentro formara parte, pero ha sido excluido por decisión unánime todos los demás, por creído, egocéntrico y narcisista. Luego termina haciéndose la víctima y al final, termina llorando sus ñoñeras, porque se le ha lastimado.
El cuerpo recubierto por la parte más sublime, sincera, sin la más mínima capacidad para mentir, pide cuando pide, sexo. Quiere que se lo den cuando lo pide y con quien lo pide, no donde ni con quien dice el corazón.
El alma quiere paz. ¿Es posible sin amor y sin sexo? La estupidez es materia prima para el error y el error se paga. En el cuerpo el único que yerra es el corazón, porque no razona ni piensa.
La razón no se equivoca si el estúpido corazón la dejara pensar libremente. Si al cuerpo se le diera lo que pide, sin que se meta el corazón, entonces la mente estaría en paz.
La clave estaría en metérselo hasta el corazón, para que deje de estar con sus payasadas y sienta lo que debe realmente sentir. Dejárselo lleno de paz.
Resueltos el dilema
El autor es abogado y comunicador con maestría en derecho y relaciones internacionales de la Universidad de Salamanca España.