lunes, junio 23, 2025
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    Isaías Ramos condena el endeudamiento público y propone pacto fiscal urgente

    El aspirante a una candidatura independiente asegura que la deuda pública es “una estafa institucionalizada” que esclaviza al pueblo y favorece a las élites. Plantea una reforma tributaria profunda, reglas fiscales claras y auditorías independientes.

    El dirigente del Frente Cívico y Social (FCS) y aspirante a la presidencia de la República por una candidatura independiente, doctor Isaías Ramos, lanzó este lunes una dura crítica contra el modelo económico vigente, al que acusó de estar “sustentado en el endeudamiento criminal del Estado dominicano”.

    En un documento titulado la deuda que nos esclaviza, el también dirigente del Frente Cívico y Social (FCS) planteó la necesidad urgente de un pacto fiscal transformador, que garantice justicia tributaria, austeridad pública y control riguroso del gasto.

    A juicio de Ramos, la deuda pública no solo ha crecido de forma desproporcionada, sino que representa una carga asfixiante para las generaciones presentes y futuras.

    “A abril de 2025, cada dominicano —desde el recién nacido hasta el anciano— carga con una deuda de más de 7,200 dólares”, denunció.

    Ramos, señaló que en los últimos 29 años la deuda pública ha aumentado en un 1,843 %, a pesar de que no ha habido ni guerras, ni catástrofes naturales que lo justifiquen.

    “No es una crisis económica, es una estafa”

    Según Ramos, el problema de la deuda no es técnico, sino político y moral. “Esto no es una crisis económica. Es una estafa institucionalizada. Un modelo diseñado no para servir al pueblo, sino para proteger a una élite voraz que saquea el Estado con la complicidad de partidos, tecnócratas y funcionarios”, denunció.

    De acuerdo con su análisis, el gasto público se ha disparado muy por encima de los ingresos fiscales, lo que ha obligado a financiar el déficit mediante préstamos.

    En cifras, recordó que en 1996 el Estado recaudó 1,856 millones de dólares y destinó un 45 % a inversión de capital, mientras que en 2024 recaudó 20,346 millones, gastó 24,283 millones y solo destinó un 10.8 % a inversión productiva.

    “Por cada 100 pesos recaudados, casi 23 se van al pago de intereses. Y para 2025, esa cifra superará el 29 %. Es decir, se transfiere casi un tercio del esfuerzo del pueblo dominicano directamente a manos de acreedores, sin generar bienestar ni desarrollo”, explicó Ramos.

    Privatización, desmantelamiento del Estado y endeudamiento

    El aspirante recordó que la escalada de la deuda fue precedida por lo que calificó como un “crimen estructural contra el pueblo”: el desmantelamiento del patrimonio público.

    “En 1996 teníamos empresas eléctricas, mineras, industriales, agroindustriales, hoteleras, aseguradoras… Hoy todo eso fue entregado a intereses privados bajo el pretexto de la eficiencia. Y sin embargo, la deuda se multiplicó por veinte, sin resolver un solo problema esencial de la gente”, dijo.

    Añadió que el Estado ha sido convertido en una entidad sin alma ni autoridad, incapaz de garantizar derechos básicos como agua potable, energía, salud, educación o seguridad ciudadana. “El pueblo sufre la orfandad de un Estado ausente”, sentenció.

    Llamado al pueblo y propuestas del FCS

    Ante esta situación, Ramos hizo un llamado urgente al pueblo dominicano a despertar, organizarse y exigir justicia.

    “No debemos pagar una deuda que no disfrutamos. No es solo injusto: es inhumano. Esta deuda es financiera, pero también política, social y moral. Y exige justicia”.

    Desde el Frente Cívico y Social (FCS), Ramos propone una transformación radical del régimen fiscal y financiero, que contemple cuatro pilares:

    1. Un pacto tributario justo, simple y transparente, que grave más a quienes más tienen y reduzca la evasión.
    2. Reglas fiscales firmes, que impidan el gasto clientelar y permitan generar superávits sostenibles.
    3. Auditorías públicas e independientes de toda la deuda contraída y de los contratos firmados en nombre del pueblo.
    4. Un nuevo liderazgo, ético y comprometido, que no viva de la deuda sino que luche por la dignidad y la justicia.

    “El tiempo de la resignación ha terminado. Es hora de decir basta. La deuda que ellos contrajeron… no la pagaremos nosotros con hambre, desesperanza y silencio”, concluyó.

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