El presidente de la Unión Demócrata Cristiana -UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo” dijo hoy que el principal problema de los niños dominicanos es el hambre extrema, la desnutrición, la parasitosis y la anemia originada por comer cualquier cosa que esté a su alcance.

Dijo que respeta el concepto científico de la UNICEF, rama de las Naciones Unidas que protege la niñez y la infancia, pero donde hay hambre incontrolable no se llega al sobre peso y la obesidad infantil, sino a la muerte.

Un informe del Consejo de Seguridad de la ONU dice que las cifras del hambre en el mundo aumentaron hasta afectar a más de 900 millones de personas.

Destacó que los datos de ese organismo sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo revelan que se está produciendo un retroceso en los esfuerzos por eliminar el hambre y la malnutrición

Los médicos dominicanos lo saben bien, los niños de barrio adentro padecen problemas de crecimiento, bajo peso, poco desarrollo muscular, inconvenientes en el aprendizaje y enfermedades generadas por la desnutrición

Añadió que muchos técnicos de la UNICEF laboran y piensan en aire acondicionado, hacen valoraciones que son precisas para un determinado nicho de población, pero se contraponen cuando se va al trabajo de campo.

Añadió que en los fogones apagados de las familias marginadas dominicanas se come lo que aparece cada día, sin importar su calidad o su factor alimenticio, se trata de llenar la barriga para no morir de hambre.

La comida que a duras penas consigue el dominicano de a pie puede ser dañina al organismo, pero es la que puede adquirir, la cual regularmente está llena de grasa, azúcar y harina. No se puede apartar la carga social de la obesidad infantil

Los técnicos de la UDC viven a diario metidos en los barrios populares, conociendo a fondo los problemas de los niños dominicanos, y hemos visto que a cientos, talvez miles, que el desayuno, el almuerzo y la cena es un pan de agua con un pedazo de salami sin freír.

Añadió que la obesidad es un dolor de cabeza mundial y dominicano, y uno de los problemas que enfrenta la infancia, sobre todo en la clase media y alta, pero donde se pisa el lodo, se rompe el espinazo por el primer plato de comida que aparezca.

Los datos de la Organización Mundial de la Salud, también dependencia de la ONU, son dé que de que en el mundo hay entre 40 y 50 millones de niños obesos. La UDC está de acuerdo que se deben tomar medidas para evitar esa epidemia que afecta a los niños de todo el mundo.

Pero en los países en desarrollo el mal de fondo es el hambre, la desnutrición, el parasitismo, las enfermedades gastrointestinales que no pueden ser prevenidas.

Si el hambre extrema no es vencida en el país y en el mundo, nadie llegará a la obesidad, ni el colesterol le será un problema, porque su nivel de subsistencia seguirá siendo prácticamente nulo.

Dijo que primero hay en ir a fondo en resolver problemas sustanciales, porque donde muchos comen una vez al día, arañando lo que aparezca, no se le puede tirar a la cara que su forma de alimentarse le provoca obesidad y le crea problemas de salud.