Por: Ariana Villacorta

Presionado por el pueblo peruano, el presidente Pedro Castillo suspendió el toque de queda en Lima y Callao. El mandatario impuso el estado de emergencia en estas localidades para evitar disturbios por el alza de los precios a nivel nacional.

Perú.-. El estado de emergencia en la capital de Perú, Lima, y su vecina provincia de Callao, quedó sin efecto siete horas antes de lo previsto. Esta reversión tiene que ver con las protestas que se desataron en la capital este mismo martes 5 de abril, a pesar de la orden de inamovilidad.

Fue el presidente peruano, Pedro Castillo, quien anunció la suspensión de esta medida, impuesta en aras de dispersar un paro de transportistas que protestan desde hace días por el alza de los precios a nivel nacional.

Durante una reunión con los líderes políticos en el Congreso, el mandatario del país inca aseguró respetar «la actitud y el derecho que tienen los peruanos y los ciudadanos en manifestarse».

Sin embargo, «eso no significa que, aprovechando una movilización o un derecho constitucional, nosotros como Estado avalemos algunas actitudes», expresó.

Esto, en referencia al “bloqueo de carreteras”, y los gestos violentos por parte de algunos manifestantes “como apedrear, por ejemplo, un domicilio, atentar contra la propiedad privada, las instituciones públicas y las instituciones privadas».

Durante su intervención, a la que también acudieron varios de sus ministros, el mandatario explicó que los poderes del Estado están para servir al país y “salvaguardar la vida de nuestros compatriotas”.

Finalmente, Castillo llamó “a la tranquilidad del pueblo peruano”.

El gobernante anunció el toque de queda en Lima y Callao en un mensaje a la Nación minutos antes de la medianoche del pasado lunes. La inamovilidad ciudadana que inició a las 2 de la mañana, estaba prevista para finalizar a las 11:59 de la noche de este martes.

Muchos políticos, algunos antiguos aliados, consideraron “desmesurada”, «inconstitucional» y «autoritaria» la decisión del jefe de Estado.

Por su parte, miles de ciudadanos desafiaron el decreto y se manifestaron en el centro de Lima. Esta vez, para exigir la renuncia del presidente.

Protesta en el centro de Lima

El estado de emergencia sorprendió a los cerca de 11 millones de habitantes de Lima y Callao ya que, si bien las protestas se volvieron violentas en algunas provincias del país, apenas tuvieron repercusión en estas localidades.

En efecto, miles de peruanos hicieron eco en las redes sociales, para luego acercarse a las calles del centro histórico de Lima a exigir la renuncia del mandatario.

La protesta en esta parte de la capital, en la que los manifestantes entonaron lemas como «terrorismo nunca más», derivó en fuertes disturbios y enfrentamientos con la policía.

Sin embargo, los ciudadanos fallaron en el intento de llegar a las puertas del Parlamento, donde el mandatario sostuvo un encuentro con legisladores y anunció que dejaba sin efecto el estado de emergencia.

La orden afectó por más de quince horas a los peruanos que viven en la capital y causó una pérdida económica estimada de 270 millones de dólares, según la patronal.

El paro de transportistas

El paro de los transportistas comenzó hace nueve días por el alza de los precios, como el de los combustibles y los alimentos, a nivel nacional. Esto desencadenó en cortes temporales y parciales de carreteras, y en algunos casos, en saqueos.

Cuatro personas han fallecido, aunque ninguno de ellos por motivo de enfrentamientos, y alrededor de 20 personas han sido detenidas por los disturbios originados en diferentes regiones del país.

El lunes, algunos manifestantes quemaron cinco puestos de peaje en la región de Ica, mientras que en la ciudad de Trujillo se registraron saqueos en supermercados y almacenes. Sucedió lo mismo en la ciudad de Huancayo el pasado fin de semana.

Con Efe y medios locales