Señor, te agradezco por este nuevo día que me regalas. Permíteme ver las oportunidades que se presentan ante mí y darme la fuerza y la sabiduría para aprovecharlas al máximo. Ayúdame a ser compasivo con los demás, a mantener la calma en medio de las dificultades y a encontrar la paz en tu amor. Guía mis pasos y haz que mi vida sea un reflejo de tu bondad y misericordia
Dios todopoderoso, te ruego que renueves mi mente. Que me concedas la claridad para discernir lo que es verdadero, lo que es honorable, lo que es justo, lo que es puro, lo que es amable y lo que es digno de alabanza. Libérame de pensamientos negativos y limitantes, y lléname con pensamientos de esperanza, de amor y de paz. Que mi mente sea un reflejo de tu luz divina, y que en ella encuentre la sabiduría para tomar decisiones que honren tu voluntad.
«Dios misericordioso, en este momento te pedimos salud para todos aquellos que lo necesitan. Extiende tu mano sanadora sobre los enfermos, fortalécelos en cuerpo y espíritu. Que tu amor y tu poder sean su guía en este tiempo de dificultad. Derrama tu gracia sobre los médicos, enfermeras y todos los profesionales de la salud, para que puedan ser instrumentos de tu sanación. Danos la confianza para saber que estás con nosotros en todo momento, llevándonos hacia la plenitud de vida que prometes. Confiando en tu bondad y tu misericordia, te lo pedimos en el nombre de tu Hijo, Jesucristo