Querido Dios, En este nuevo día, te agradezco por la oportunidad de vivir, amar y crecer.
Te pido que guíes mis pasos y que me des la sabiduría para tomar decisiones acertadas.
Ayúdame a ser una luz para los demás, a compartir amor y compasión en todo lo que hago.
Fortaléceme en momentos de dificultad y concédeme la paz en medio de las tormentas.
Que tu amor y gracia me acompañen hoy y siempre
“Dios misericordioso, hoy venimos ante Ti con corazones humildes, reconociendo nuestras debilidades y necesidades.

Te pedimos, Padre amoroso, que derrames tu curación sobre nosotros. Sana nuestras enfermedades físicas, mentales y espirituales.
Concede alivio a nuestros cuerpos cansados y agobiados, y renueva nuestras fuerzas.
Dios compasivo, en tus manos depositamos nuestras preocupaciones y temores. Concede a cada uno de nosotros un nuevo respiro, una renovada esperanza y una paz que trascienda todo entendimiento.
Ayúdanos a encontrar consuelo en tu amor infinito y fortaleza en nuestra fe en Ti
Te agradecemos, Señor, por tu constante presencia y por escuchar nuestras plegarias.
Confiamos en tu voluntad soberana y en tu poder sanador. Que tu luz divina ilumine nuestro camino hacia la plenitud de la salud y la vida abundante en Ti
En el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador y Sanador, amén.”