Mira la historia de esta editora de Brooklyn.
Nueva York – La trágica noticia de la partida de Casey McIntyre, una editora de 38 años de Brooklyn, se dio a conocer dos días después de su fallecimiento debido a un cáncer de ovario.
McIntyre, madre y esposa, dejó un mensaje conmovedor programado en Instagram y la red social X, antes Twitter, para informar a sus seres queridos sobre su partida.
«Una nota para mis amigos: si están leyendo esto significa que he fallecido», comenzó el devastador mensaje que McIntyre había preparado.
La editora de Razorbill, una editorial de Penguin Random House especializada en libros para niños y jóvenes, aseguró haber amado profundamente a cada uno de sus seres queridos.
Acompañando sus palabras, compartió fotografías que capturaban momentos felices con su esposo, Andrew Gregory, y su hija de 18 meses, Grace.
McIntyre expresó su gratitud por el amor que recibió y reflexionó sobre los últimos cinco meses que pasó en un hospicio en casa, describiéndolos como «mágicos».
Andrew Gregory, visiblemente afectado por la pérdida de su esposa, compartió una actualización en la página de Instagram de McIntyre.
Lamentó que la salud de Casey no le permitiera completar su mensaje, que originalmente incluiría una lista de consuelos y alegrías a lo largo de su vida.
La pareja, que se casó en 2015 y fue destacada por The New York Times, enfrentó juntos la lucha contra la enfermedad. Gregory compartió un obituario desde su cuenta personal, recordando a McIntyre como una mujer querida y una «neoyorquina empedernida».
Su último deseo
En un gesto conmovedor, se alienta a aquellos que deseen honrar la memoria de McIntyre a contribuir de manera anónima a la organización benéfica RIP Medical Debt, ayudando a cubrir las deudas médicas. Hasta el momento, se han recaudado más de 80,000 dólares en apoyo a esta causa.
La solicitud de Casey McIntyre para que sus seguidores donarán para una causa consiguió borrar millones de dólares en deudas médicas de otras personas.
«Amé a todos y cada uno de ustedes con todo mi corazón y les prometo que sabía cuán profundamente me amaban… para celebrar mi vida he hecho arreglos para comprar la deuda médica de otros y luego destruir la deuda», se lee en el mensaje de la mujer de 38 años.
Al 18 de noviembre la causa había recaudado más de 170,000 dólares, la organización paga un dólar de deuda médica por cada centavo donado, lo que significa que la campaña de McIntyre ha ayudado a borrar hasta 17 millones de dólares en facturas médicas impagas.
