Abdul-Jabbar, con 38.387 puntos en temporada regular, es el máximo anotador de la historia de la NBA mientras que LeBron aparece en segundo lugar con 37.062 puntos.
Los Ángeles, Estados Unidos, EFE.-. Veinte años en la élite de la NBA. Ese es uno de los aspectos más brillantes del legado de LeBron James, que arranca su vigésima temporada con un nuevo proyecto de Los Angeles Lakers y con la posibilidad cercana de superar el histórico récord de puntos en la liga de Kareem Abdul-Jabbar.
«Estar aquí y saber que estoy a punto de probablemente romper el récord más buscado en la NBA, algo que la gente decía que posiblemente nunca se conseguiría, es súper abrumador para mí y súper genial», dijo este lunes en una rueda de prensa por el NBA Media Day de los Lakers (jornada oficial de puertas abiertas para los medios de cara a la nueva temporada de la NBA).
«Cada vez que mi nombre se menciona entre los grandes, como Wilt Chamberlain, Michael Jordan, Kareem Abdul-Jabbar u otros, es súper abrumador», añadió.
Abdul-Jabbar, con 38.387 puntos en temporada regular, es el máximo anotador de la historia de la NBA mientras que LeBron aparece en segundo lugar con 37.062 puntos, por lo que esta temporada podría superar la marca del pívot.
El año pasado, LeBron se convirtió en el máximo anotador de la historia de la NBA si se suman los puntos conseguidos en temporada regular con los de los partidos de playoff, pero el registro oficial de la NBA no tiene en cuenta las anotaciones de las eliminatorias.
Al margen del récord, LeBron, que cumplirá 38 años en diciembre, será una vez más el líder de unos Lakers que tratarán de olvidar el estrepitoso fracaso del año pasado, en el que apostaron por un equipo muy veterano y unieron en una misma plantilla a LeBron James, Anthony Davis, Russell Westbrook, Carmelo Anthony, Dwight Howard y Rajon Rondo.
Considerados como uno de los grandes aspirantes al anillo en la pretemporada, los Lakers se estrellaron en uno de los mayores fracasos que se recuerdan en la NBA y quedaron fuera de los playoffs y del «play-in» al terminar la temporada regular en la undécima posición de la Conferencia Oeste (33-49).
En esta ocasión, LeBron estará acompañado por Davis y Westbrook en unos Lakers con novedades tanto en el banquillo (Darvin Ham ha sustituido como entrenador a Frank Vogel) como en la pista (han llegado jugadores como Patrick Beverley, el mexicano Juan Toscano-Anderson, Dennis Schroder o Lonnie Walker).
Preguntado por qué es lo que deben mejorar los de púrpura y oro, LeBron lo tuvo claro: «La defensa».
«Obviamente tienes que ser capaz de meter el balón en el aro, por supuesto, y en nuestra liga hay grandes equipos que pueden hacer eso, pero los equipos que pueden defender y que frenan ataques cuando lo necesitan son simplemente los más exitosos en nuestra liga», argumentó.
Tras un año en el que las lesiones solo le permitieron jugar 56 partidos de los 82 de la temporada regular, LeBron subrayó que uno de sus objetivos para el nuevo curso es «estar disponible» para su equipo.
«Obviamente, hay algunas lesiones que no puedes controlar (…). Pero como uno de los líderes de este equipo, estar disponible es lo más importante», dijo.
Por último, LeBron, que en el verano renovó con los Lakers por dos años y 97,1 millones de dólares, mostró su confianza en que Davis tenga «una temporada extraordinaria» y en que Westbrook pueda disfrutar de «un gran año».