POR JOSH FUNK
El gobierno del presidente Donald Trump impuso el sábado nuevas restricciones a los vuelos desde México y amenazó con poner fin a una asociación de larga data entre Delta Air Lines y Aeroméxico en respuesta a los límites que el gobierno mexicano impuso a los vuelos de pasajeros y carga hacia Ciudad de México hace varios años.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, afirmó que las acciones de México para obligar a las aerolíneas a trasladarse del principal Aeropuerto Internacional Benito Juárez al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, a más de 48 kilómetros (30 millas) de distancia, violaron un acuerdo comercial entre ambos países y dieron a las aerolíneas nacionales una ventaja injusta.
México es el principal destino extranjero para los estadounidenses, y más de 40 millones de pasajeros volaron al territorio mexicano el año pasado.
“Joe Biden y Pete Buttigieg permitieron deliberadamente que México rompiera nuestro acuerdo bilateral de aviación”, dijo Duffy, refiriéndose a la administración anterior.

“Eso termina hoy. Que estas acciones sirvan como advertencia a cualquier país que piense que puede aprovecharse de Estados Unidos, de nuestras aerolíneas y de nuestro mercado. Estados Unidos Primero significa luchar por el principio fundamental de la equidad”.
Todas las aerolíneas mexicanas de pasajeros, carga y chárter estarán obligadas a presentar sus programas de vuelo ante el Departamento de Transporte y solicitar la aprobación del gobierno para sus vuelos hasta que Duffy esté satisfecho con la forma en que México trata a las aerolíneas estadounidenses.
Hasta el momento, se ignora cómo las acciones de Duffy podrían afectar la guerra comercial con México y las negociaciones sobre aranceles.
Un portavoz de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no ha respondido a una solicitud de comentarios ni mencionó las restricciones en un evento realizado el sábado.
Desde principios del año pasado, Delta y Aeroméxico han combatido los esfuerzos del Departamento de Transporte para poner fin a su asociación, que comenzó en 2016.
Las aerolíneas han argumentado que no es justo castigarlas por las acciones del gobierno mexicano, y dijeron que cancelar su acuerdo pondría en peligro casi dos docenas de rutas y 800 millones de dólares en beneficios para las economías de ambos países que provienen del gasto turístico y los empleos.
“La propuesta tentativa del Departamento de Transporte de Estados Unidos de cancelar su aprobación de la asociación estratégica y procompetitiva entre Delta y Aeroméxico causaría un importante daño a los consumidores que viajan entre Estados Unidos y México, así como a los empleos, comunidades y la competencia transfronteriza en Estados Unidos”, declaró Delta en un comunicado.
La oficina de prensa de Aeroméxico dijo que estaba revisando la orden y tenía la intención de presentar una respuesta conjunta con Delta en los próximos días.
Sin embargo, la orden de cancelar la aprobación del acuerdo entre las aerolíneas no entraría en vigor hasta octubre, y es probable que ambas empresas continúen luchando contra esa decisión.
Delta y Aeroméxico dijeron en una presentación anterior contra la orden que creen que la pérdida de vuelos directos evitaría que más de 140.000 turistas estadounidenses y casi 90.000 viajeros mexicanos visiten el otro país y perjudicaría las economías de ambas naciones con la pérdida de su gasto.