Por NICOLÁS GRULLÓN UBIÑAS
Moradores de la comunidad San Luis – La Manzana, en el municipio de Moca, manifestaron su profunda preocupación por el visible y acelerado deterioro de la carretera construida recientemente por el gobierno central.
Tras más de 25 años de espera, los residentes celebraron la tan anhelada construcción de esta vía, considerada una promesa largamente postergada.
Sin embargo, a menos de un año de su inauguración, la carretera presenta decenas de hoyos, grietas y desniveles que comprometen su funcionalidad y seguridad.
Vecinos del lugar señalan que los problemas estructurales evidencian una ejecución deficiente por parte de la empresa responsable, lo que ha llevado a algunos a calificar la obra como una “chapucería”, un tollo.

Aseguran que no se tomaron en cuenta aspectos fundamentales como una base resistente ni el correcto nivelado del terreno.
Esta vía comunica la calle Rosario con la carretera Moca-Salcedo, una ruta esencial para el tránsito de los productores agrícolas de la zona, por lo que su estado actual representa un obstáculo para el desarrollo económico local.
Diversos sectores de la provincia también han mostrado inquietud ante un patrón preocupante: la entrega de obras de infraestructura que, en poco tiempo, muestran un desgaste alarmante.
La comunidad exige explicaciones y acciones inmediatas por parte de las autoridades provinciales y del Ministerio de Obras Públicas, a fin de garantizar la calidad de las inversiones públicas y evitar que el dinero del pueblo se pierda en obras mal ejecutadas.

Cabe resaltar que, según la Ley No. 340-06 sobre Compras y Contrataciones Públicas, toda obra construida por el Estado debe contar con garantías de calidad, y la empresa contratista está obligada a responder por cualquier defecto durante un período posterior a la entrega.
Asimismo, la Ley No. 687-82 sobre Normas de Construcción y el Código Civil Dominicano establecen que tanto el Estado como los constructores tienen la responsabilidad legal de mantener las infraestructuras en condiciones seguras y funcionales.
El incumplimiento de estas normativas representa no solo una falla técnica, sino también una falta de RESPETO al pueblo dominicano.