Por PIERRE-RICHARD LUXAMA y DÁNICA COTO
PETIT GOÂVE, Haití (AP) — Amizia Renotte se sentó sobre un trozo de concreto roto y señaló un gran montón de tierra donde alguna vez estuvo su casa antes de que las bandas exteriores del huracán Melissa la derrumbaran mientras la tormenta azotaba la región sur de Haití.
La temporada de huracanes del Atlántico puede haber terminado, pero miles de personas como Renotte en este país caribeño y más allá todavía están buscando comida y luchando por reconstruir sus vidas casi dos meses después de que la tormenta de categoría 5 azotara la región norte del Caribe como una de las tormentas del Atlántico más fuertes en la historia registrada.
«Corrimos. No teníamos nada que salvar», dijo Renotte al recordar cómo se despertó en medio de la noche rodeada por las aguas de la inundación.
Melissa mató al menos a 43 personas en todo Haití, muchas de ellas en Petit-Goâve, donde los residentes todavía están recuperando la vida tras la tormenta que provocó inundaciones mortales.

Enormes montones de tierra y barro cubren ahora esta ciudad costera del sur, que una vez estuvo llena de granjeros y vendedores ambulantes.
El ruido de la maquinaria pesada llena el aire mientras los equipos limpian lentamente los escombros esparcidos por el río La Digue, que arrastró niños, automóviles y casas a fines de octubre.
“La gente lo perdió todo”, dijo Mandy, residente de Clermont Wood. “Perdieron sus casas. Perdieron a sus hijos”.
El hambre persiste
A mediados de noviembre , Petit-Goâve celebró un funeral multitudinario para despedir a sus seres queridos, pero el hambre y la frustración persisten.
Una mañana reciente, la gente se agolpaba alrededor de una pequeña tienda de conveniencia repleta de pasta, mantequilla, arroz y otros productos básicos producidos localmente después de recibir donaciones en efectivo.
En la fila para comprar algo estaba Joceline Antoine, de 37 años, quien perdió a cinco familiares en la tormenta.
“Mi casa está destruida”, dijo.
Lola Castro, directora regional del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), quien viajó recientemente a Petit-Goâve, dijo en una entrevista telefónica el viernes que Melissa ha profundizado la crisis de Haití.
“Alrededor de 5,3 millones de personas no tienen suficiente para comer todos los días en Haití”, dijo. “Es un gran desafío”.
Castro señaló que Petit-Goâve era una comunidad agrícola que dependía en gran medida de cultivos, incluidos plátano, maíz y frijoles.
“Han perdido sus ingresos. Han perdido su medio de vida”, dijo.
“Ninguna comunidad será olvidada”
Jamaica también está luchando por recuperarse del huracán Melissa, que tocó tierra en la parte occidental de la isla vecina a fines de octubre, causando daños estimados en 8.800 millones de dólares.
La tormenta mató al menos a 45 personas y otras 13 siguen desaparecidas, con otras 32 muertes bajo investigación, según Alvin Gayle, director general de la oficina de gestión de emergencias de Jamaica.
Las autoridades han reportado 30 casos confirmados de leptospirosis (una infección transmitida por animales) y otros 84 sin confirmar, con 12 muertes relacionadas. También se registraron dos casos de tétanos, uno de ellos mortal.
“Estas cifras subrayan la magnitud del impacto humano y la seriedad con la que los ministerios, departamentos y agencias del gobierno continúan abordando el esfuerzo de recuperación”, dijo Gayle.
Más de 100 refugios permanecen abiertos en siete parroquias de Jamaica, albergando a más de 1.000 personas.
Mientras tanto, unas 160 escuelas permanecen cerradas.
“Ninguna comunidad será olvidada”, dijo Gayle.
Jamaica anunció recientemente que obtuvo un préstamo de 150 millones de dólares para ayudar a restablecer la electricidad lo más rápidamente posible, y los funcionarios dijeron que esperan que el suministro eléctrico se restablezca por completo a fines de enero.
Jamaica también ha obtenido un paquete de 6.700 millones de dólares para esfuerzos de reconstrucción durante tres años del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, el Banco de Desarrollo del Caribe, el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y el Grupo del Banco Mundial.
Convocatoria de financiación
En Cuba, cientos de personas permanecen en refugios improvisados casi dos meses después de que el huracán tocara tierra en la región oriental de la isla horas después de afectar a Jamaica.
No se reportaron muertes relacionadas con la tormenta en Cuba, donde las autoridades evacuaron a más de 700.000 personas de las zonas costeras.
Casi un mes después de la tormenta, la ONU dijo que alrededor de 53.000 personas en Cuba no habían podido regresar a sus hogares, incluidas 7.500 que vivían en refugios oficiales.
Castro, del PMA, dijo que el huracán Melissa afectó a un total de 6 millones de personas en el Caribe, incluidos 1,2 millones en Haití.
Alrededor de 1,3 millones de personas en la región necesitan ahora alimentos, seguridad u otro tipo de apoyo, y el PMA ha ayudado hasta ahora a 725.000 de ellas, dijo Castro.
Dijo que espera que esa cifra aumente, y señaló que el pedido de 83 millones de dólares de la agencia sólo está financiado en un 50%.