POR KRISTEN GELINEAU, CHARLOTTE GRAHAM-MCLAY and ROD MCGUIRK
SYDNEY (AP) — Dos hombres armados mataron al menos a 11 personas el domingo durante una celebración de una festividad judía en la playa de Bondi de Sydney, informaron las autoridades australianas, que calificaron el suceso como ataque terrorista. Un hombre armado fue abatido por la policía y el segundo fue arrestado.
El sospechoso se encontraba en estado crítico, dijeron las autoridades. Al menos 29 personas resultaron heridas, incluyendo dos agentes de policía, dijo Mal Lanyon, el comisionado de policía del estado de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sydney.
La masacre siguió a una ola de ataques antisemitas que han sacudido a Australia durante el último año, aunque las autoridades no sugirieron que esos episodios y el tiroteo masivo del domingo estuvieran conectados. Dijeron que uno de los hombres armados era conocido por los servicios de seguridad.
El tiroteo fue dirigido a una celebración judía

“Este ataque fue diseñado para atacar a la comunidad judía de Sydney”, declaró el primer ministro del estado, Chris Minns. La masacre fue declarada un ataque terrorista debido al evento objetivo y las armas utilizadas, indicó Lanyon.
Cientos de personas se habían reunido para un evento en la playa de Bondi llamado Janucá junto al Mar, que celebraba el inicio del festival judío de Janucá.
Chabad identificó a uno de los fallecidos como el rabino Eli Schlanger, rabino asistente de Chabad de Bondi y un organizador clave del evento, quien ha trabajado en el área de Bondi por más de 18 años.
Chabad es un movimiento judío ortodoxo conocido por su alcance a judíos no religiosos. Opera numerosos centros alrededor del mundo que son populares entre los viajeros judíos y a menudo patrocina grandes eventos públicos durante las principales festividades judías.
Imágenes dramáticas aparentemente filmadas por un testigo y emitidas en canales de televisión australianos mostraron a alguien que parecía abordar y desarmar a uno de los hombres armados, antes de apuntarle con el arma que le había quitado.
Lanyon señaló que el número de muertos por el tiroteo era “variable” y que las personas heridas seguían llegando a los hospitales.
Testigos huyeron y se escondieron mientras sonaban los disparos
Lachlan Moran, de 32 años, de Melbourne, estaba esperando a su familia cerca cuando oyó disparos, dijo a The Associated Press. Dejó caer la cerveza que llevaba para su hermano y corrió.
“Se oyeron algunos disparos, y me asusté y salí corriendo. (…) Empecé a correr. Simplemente tuve esa intuición. Corrí tan rápido como pude”, relató Moran. Sostuvo que oyó disparos intermitentes durante unos cinco minutos.
“Todos simplemente dejaron caer todas sus pertenencias y todo y corrían y la gente lloraba y fue simplemente horrible”, aseguró Moran.
Grace, de 30 años, de Melbourne, quien prefirió no dar su apellido, y su pareja Joel Sargent, de 30 años, dijeron a la AP que estaban en su habitación de hotel cuando oyeron un sonido de golpes y miraron por la ventana para ver a personas corriendo por la calle, escondiéndose detrás de árboles y autos.
“La gente gritaba, y el sonido del arma era muy fuerte”, aseveró Grace. “Era constante; habrían sido más de 50 (disparos), fácilmente”.
La policía apuntó que su operación estaba “en curso” y que “varios objetos sospechosos ubicados en las cercanías” estaban siendo examinados por agentes especialistas, incluyendo un dispositivo explosivo improvisado encontrado en el auto de uno de los sospechosos.
Los servicios de emergencia recibieron un aviso para acudir a Campbell Parade alrededor de las 6:45 de la tarde por reportes de disparos.
Líderes australianos hablan de conmoción y dolor
El primer ministro Anthony Albanese se expresó “devastado” por la masacre. “Este es un ataque dirigido a los australianos judíos en el primer día de Janucá, que debería ser un día de alegría, una celebración de fe. Un acto de maldad, antisemitismo, terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación”, dijo Albanese a los periodistas en Canberra.
“No hay lugar para este odio, violencia y terrorismo en nuestra nación”, agregó.
Añadió que las autoridades estaban trabajando para identificar a todos los involucrados en el ataque.
“Permítanme ser claro: erradicaremos esto, en medio de este vil acto de violencia y odio surgirá un momento de unidad nacional donde los australianos de todos los ámbitos abrazarán a sus compatriotas australianos de fe judía”, manifestó.
“El mal que se desató en la playa de Bondi hoy está más allá de la comprensión, y el trauma y la pérdida que las familias están enfrentando esta noche está más allá de la peor pesadilla de cualquiera”.
Los ataques antisemitas han sacudido a Australia
Australia, un país de 28 millones de personas, alberga a unos 117.000 judíos, según cifras oficiales. Los incidentes antisemitas, incluidos asaltos, vandalismo, amenazas e intimidación, se triplicaron en el país durante el año posterior al ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023, informó en julio Jillian Segal, la enviada especial del gobierno para combatir el antisemitismo.
Durante el verano pasado, el país fue sacudido por una serie de ataques antisemitas en Syndey y Melbourne. Sinagogas y autos fueron incendiados, negocios y hogares fueron grafiteados y judíos fueron atacados en esas ciudades, donde vive el 85% de la población judía de la nación.
Albanese en agosto culpó a Irán por dos de los ataques y cortó los lazos diplomáticos con Teherán. Las autoridades no hicieron tales afirmaciones sobre la masacre del domingo.
Mientras tanto, Israel instó al gobierno de Australia a abordar los crímenes dirigidos a los judíos.
“El corazón de toda la nación de Israel se detiene en este mismo momento”, manifestó el presidente israelí Isaac Herzog. “Repetimos nuestras alertas una y otra vez al gobierno australiano para que busque acción y luche contra la enorme ola de antisemitismo que está plagando a la sociedad australiana”.
Las muertes por tiroteos en Australia son raras
Las muertes por tiroteos masivos en Australia son extremadamente raras. Una masacre en 1996 en la ciudad de Port Arthur, Tasmania, donde un único hombre armado mató a 35 personas, llevó al gobierno a endurecer drásticamente las leyes de armas y dificultó mucho más que los australianos adquirieran armas de fuego.
Tiroteos masivos significativos en este siglo incluyeron dos asesinatos-suicidios con un saldo de cinco personas en 2014, y siete en 2018, en los que los hombres armados mataron a sus propias familias y a sí mismos.
En 2022, dos agentes de policía fueron asesinados a tiros por extremistas cristianos en una propiedad rural en el estado de Queensland. Los tres tiradores en ese incidente, teóricos de la conspiración que odiaban a la policía, también fueron abatidos por los agentes después de un asedio de seis horas en la región de Wieambilla, junto con uno de sus vecinos.