A pesar de tener las facturas al día y realizar más de cien llamadas, la empresa no reconecta el servicio en el Residencial San Isidro Labrador.
Nelson Ferreras, residente en el Residencial San Isidro Labrador de Santo Domingo Este, ha decidido hacer pública su denuncia contra la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) ante la situación insostenible que enfrenta desde hace tres meses.
La familia se encuentra sin servicio eléctrico a pesar de no tener facturas pendientes y de haber cumplido con todos los procedimientos que la empresa ha solicitado.
El problema comenzó cuando, inexplicablemente, Edeeste suspendió el servicio en su apartamento [Apartamento 204, Edificio 23, Manzana K]. Lo que en un inicio parecía ser un error administrativo, se ha convertido en una pesadilla de tres meses marcada por la negligencia y la falta de respuesta de la distribuidora.
«Hemos hecho más de cien llamadas al centro de atención de Edeeste, pero solo recibimos promesas que nunca se cumplen», afirma el afectado. «Cada llamada es una nueva excusa, una nueva fecha de reconexión que nunca llega».
La situación se agrava por el hecho de que, según el denunciante, Edeeste ha soldado los paneles de los contadores en el Residencial San Isidro Labrador, impidiendo cualquier verificación o acción por parte de los residentes.
Esta medida, que restringe el acceso a la infraestructura eléctrica, ha dejado a la familia en una posición de total indefensión.
El denunciante, que se encuentra al día con sus pagos, no entiende la razón de este corte injustificado. «La última factura que tenemos está pagada, pero aun así no tenemos luz. Es una clara muestra de la ineficiencia y el poco respeto que Edeeste tiene por sus clientes», asegura Ferreras.
La familia afectada hace un llamado a las autoridades correspondientes y a la opinión pública para que la ineficiencia de Edeeste no quede impune.
«No es posible que en pleno siglo XXI una familia dominicana tenga que vivir a oscuras por la desidia de una empresa que se niega a resolver un problema que ellos mismos crearon», concluye el afectado.
