En los años 50 existió un lanzador derecho, de pequeña estatura, que se destacó en el béisbol amateur de manera sobresaliente, era inteligente y sabía perfectamente cómo lanzarle a los bateadores contrarios.
Edgar Moisés Lembert Castillo nació en el Municipio de Villa González, de la provincia de Santiago, en fecha lunes 4 de septiembre de 1933, primero de cinco hermanos, producto de la unión de Joaquín Sócrates Lembert Matos y Zaida Obdulia Castillo, ambos fallecidos.
Sus primeros 10 años, de 1933 al 1943, residió en el lugar de su nacimiento, al pie de la hermosa montaña Diego de Ocampo, donada por la madre naturaleza.

En horas de la mañana, asistía a la escuela primaria y rudimentaria de esa localidad donde fue alfabetizado, llegando al tercer grado de la primaria. Su familia se trasladó a la ciudad capital, ubicándose en la populosa barriada de Villa Francisca, donde vivió su infancia y adolescencia, estudiando en la escuela primaria “Cristóbal Colón”, la intermedia en la “Luisa Ozema Pellerano” y finalmente se graduó de bachiller en la Escuela Normal de Varones “Presidente Trujillo”, hoy Liceo “Juan Pablo Duarte”.

Cabe destacar que cuando llegó a la capital, ya tenía 10 años y ya había practicado deporte en las barriadas de La Joya, Los Pepines y Pueblo Nuevo de Santiago, y continuó sus actividades deportivas jugando en los patios que eran grandes; y, finalmente, cierra filas con el equipo representativo de la escuela “Luisa Ozema Pellerano”, donde estudiaba la intermedia.

Con este conjunto comenzó a dar frutos, y por cierto, muy buenos, ya que se inició como lanzador juvenil, tirando un juego “no hitter”, en el primer torneo de béisbol interescolar organizado por la Dirección General de Deportes.

En ese primer juego de su exitosa carrera como lanzador, sólo se embasó un bateador. Todo el crédito de esa hazaña se debe a la decisión de Licinio Santana, quien era el dirigente del equipo y depositó su confianza en Moisés, aún sabiendo que nunca antes el cibaeño había sido lanzador y en el primer torneo que participó tuvo récord de 3-0, incluyendo un juego casi perfecto.
En 1951 obtuvo promedio de 12-1, con dos juegos sin hits ni carreras. En 1952, ya en categoría “B”, logró 15-1, con dos blanqueadas de un solo hit.

Paralelo a los estudios, el muchacho estuvo siempre ligado a las actividades deportivas, él consideraba que eran necesarias e importantes. Con la edad de 14 años era ya un líder en el barrio y en los campos deportivos de la época.
Así continuó el joven cibaeño con grandes actuaciones, y en 1959 resultó champion pitcher, actuando con el equipo “White Rock”, pero sufrió descontento, se sintió frustrado, no lo tomaban en cuenta en las selecciones que jugaron en el extranjero, y en ese mismo año, 1959, resolvió retirarse del béisbol de aficionados.
De allí en adelante, Moisés se convirtió en uno de los más activos propulsores dominicanos.

El hijo de Joaquín Sócrates Lembert Matos y Zaida Obdulia Castillo creó “El Comité Permanente de Viejas Glorias”, que es una liga para jugadores de 40 años o más. Ha sido también el hombre fuerte de ASONALICLU, la Asociación Nacional de Ligas y Clubes.
Además, creó la Fundación Deportiva San Juan Bosco en la República Dominicana, fue establecida bajo la presidencia de Moisés Lembert, quien junto a la Junta Directiva escogió al general de brigada Leonte Rafael Alburquerque Saso como su asesor y miembro de honor en una asamblea. No se trata de una fundación creada directamente por el santo, sino una institución que honra su legado deportivo.
Producto de todas sus actuaciones en el deporte fue exaltado en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en fecha domingo 17 de octubre del año 2004.
El veterano dirigente deportivo Moisés Lembert hoy 4 de Septiembre del año 2025 festeja sus 92 años de vida, junto a sus amigos, relacionados y familiares.

Edgar Moisés Lembert Castillo, quien tiene mas setenta años en la vida deportiva del país, inició el béisbol desde los 10 años de edad, fue extraordinario lanzador, le llamaban “El Caballo de Hierro”, según la historia que nos narra Emilio “Cuqui” Córdova.
El Inmortal del Deporte, Lembert agradece a Dios, por permitirles a su lado a su familia y sus amigos, detallando que tiene una gratitud con el divino Señor.
“El Pequeño Gigante” ha sido un grande. A él le deseamos Dios lo siga cuidando por muchos años más.
Esta biografía o mini reportaje llego a ustedes en la voz de : Freddy Fariña
Los datos fueron recopilados en los periódicos Listín Diario, Diario Libre y el Pabellón de la Fama; bajo la coordinación de Nelson Feliz
Muchas felicidades Moisés Lembert que Dios siga derramando mucha salud y bendiciones para usted y su familia.