MIAMI (AP) — El huracán Kiko se intensificó el miércoles a un gran huracán en el Océano Pacífico al mismo tiempo que el huracán Lorena se preparaba para azotar la costa de Baja California, México.
Kiko ascendió a categoría 4 en la escala de vientos de huracanes Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos cercanos a 233 km/h (145 mph), según el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami. Su centro se encontraba a unos 2510 kilómetros (1560 millas) al este de Hilo, Hawái, y se desplazaba hacia el oeste a 15 km/h (9 mph).
La escala de viento varía de 1 a 5, y los huracanes de categoría 3 y superiores se consideran huracanes importantes.
Los meteorólogos dijeron que Kiko podría volverse aún más fuerte en el próximo día o dos, pero que su intensidad probablemente fluctuaría después de eso.
No hubo alertas ni advertencias asociadas a Kiko y no había peligros que afectaran la tierra.

Mientras tanto, Lorena era un huracán de categoría 1 con vientos máximos sostenidos cercanos a los 137 km/h (85 mph), aunque se esperaba que se debilitara y se convirtiera en tormenta tropical el jueves, según el centro de huracanes.
Los meteorólogos instaron a los habitantes de la península de Baja California y del noroeste de México a monitorear el avance de la tormenta.
Lorena estaba centrado a unas 210 millas (338 kilómetros) al oeste de Cabo San Lucas, México, y viajaba hacia el noroeste a 12 mph (19 kph).
El pronóstico indicaba que las precipitaciones totales podrían alcanzar los 38 centímetros (15 pulgadas) en algunos lugares, y que podrían producirse inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
El oleaje oceánico generado por Lorena podría causar corrientes de resaca potencialmente mortales en las zonas costeras.
Se emitieron alertas y vigilancias de tormenta tropical para gran parte de Baja California y partes del noroeste de México. Según la trayectoria pronosticada, el centro de Lorena podría tocar tierra el viernes.