POR JEFF AMY and ALANNA DURKIN RICHER
ATLANTA (AP) — Un hombre de Georgia que abrió fuego en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, disparando docenas de rondas en el extenso complejo y matando a un oficial de policía, culpaba a la vacuna contra el COVID-19 por hacerlo sentir deprimido y suicida, dijo el sábado un agente de seguridad a The Associated Press.
El tirador, de 30 años, también intentó ingresar a la sede de los CDC en Atlanta, pero fue detenido por los guardias antes de conducir hasta una farmacia al otro lado de la calle y abrir fuego el viernes por la tarde. Portaba cinco armas, entre ellas, al menos un arma larga, dijo el agente, quien habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para declarar públicamente sobre la investigación.
El agente del Departamento de Policía del condado de DeKalb, David Rose, fue herido de muerte mientras respondía.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., cuyo escepticismo hacia las vacunas ha sido un pilar de su carrera, expresó el sábado su apoyo a los empleados de los CDC. Pero algunos trabajadores despedidos de dichos centros dijeron que el funcionario comparte la responsabilidad de la violencia y debería renunciar.

Identifican al atacante de los CDC
La Oficina de Investigación de Georgia, identificó al atacante como Patrick Joseph White, pero las autoridades no han dicho si fue abatido por la policía o si se suicidó.
El padre del sospechoso se comunicó con la policía e identificó a su hijo como el posible agresor, dijo el agente de seguridad a la AP. El padre dijo que su hijo había estado molesto por la muerte de su perro, y que se había obsesionado con la vacuna contra el COVID-19, según el agente. La familia vive en Kennesaw, Georgia, un suburbio de Atlanta a unos 40 kilómetros (25 millas) al noroeste de la sede de los CDC.
Hasta el sábado, no se había obtenido respuesta a un mensaje de voz dejado en un número de teléfono listado públicamente para la familia de White.
Empleados de los CDC están conmocionados
El tiroteo dejó agujeros de bala en las ventanas de todas las instalaciones de los CDC, donde miles de personas trabajan en importantes investigaciones sobre enfermedades. Los empleados se refugiaron durante horas mientras los investigadores recopilaban pruebas. Se alentó al personal a que trabaje desde casa el lunes o a que tome licencia.
Al menos cuatro edificios de los CDC fueron alcanzados, dijo la directora Susan Monarez en X.
Sam Atkins, que vive en Stone Mountain, dijo el sábado, fuera de la farmacia CVS, que la violencia armada parece “un hecho común” ahora. “Esto es algo que sucede todos los días aquí en Georgia.”
Kennedy se comunica con el personal
“Estamos profundamente tristes por el trágico tiroteo en las instalaciones de los CDC en Atlanta que cobró la vida del oficial David Rose”, dijo Kennedy el sábado. “Sabemos cuán conmocionados se sienten hoy nuestros colegas de salud pública. Nadie debería enfrentar violencia mientras trabaja para proteger la salud de los demás.”
Algunas personas rechazaron las expresiones de solidaridad que Kennedy hizo en un correo electrónico titulado “Queridos colegas” y pidieron su renuncia.
“Kennedy es directamente responsable del descrédito de la fuerza laboral de los CDC a través de sus continuas mentiras sobre la ciencia y la inocuidad de las vacunas, que han alimentado un clima de hostilidad y desconfianza”, dijo Fired But Fighting, un grupo de empleados despedidos que se oponen a los cambios en los CDC realizados por el gobierno del presidente Donald Trump.
Durante el mandato de Kennedy, los CDC han despedido a casi 2.000 empleados. Trump propone reducir el presupuesto de la agencia a la mitad el próximo año, trasladando algunas funciones de los CDC a una nueva Administración para unos Estados Unidos Saludables.
Kennedy tiene antecedentes como líder en el movimiento antivacunas, pero alcanzó nueva prominencia al difundir su desconfianza hacia las vacunas contra el COVID-19. Por ejemplo, dijo que dar vacunas contra el COVID-19 a los niños es una “mala praxis médica criminal”.
Kennedy aprovechó esa atención para obtener una candidatura presidencial y el respaldo de Trump, lo que llevó al mandatario a nombrarlo secretario. Kennedy continúa socavando el consenso científico sobre las vacunas al ordenar el martes un recorte de 500 millones de dólares en la financiación del desarrollo de inmunizaciones.
Opositores dicen que la retórica de las autoridades contribuyó a la tragedia
Fired But Fighting también pidió la renuncia de Russell Vought, señalando un video grabado antes de que Trump lo nombrara director de la Oficina de Administración y Presupuesto con órdenes de desmantelar gran parte del gobierno federal.
“Queremos que los burócratas se vean traumáticamente afectados”, dijo Vought en el video, obtenido por ProPublica y el grupo de investigación Documented. “Cuando despierten por la mañana, queremos que no deseen ir a trabajar, porque se les ve cada vez más como los villanos.”
Hasta el momento, la agencia de Vought no ha respondido a una solicitud de comentarios.
Este tiroteo fue la “encarnación física de la narrativa que ha tomado el control, atacando la ciencia y a nuestros trabajadores federales”, dijo Sarah Boim, una exempleada de comunicaciones de los CDC que fue despedida este año durante una ola de destituciones.
Desconfianza hacia las vacunas contra el COVID-19
Una vecina de White dijo al Atlanta Journal-Constitution que habló con él varias veces sobre su desconfianza hacia las vacunas contra el COVID-19.
Nancy Hoalst, que vive en la misma calle que la familia de White, dijo que parecía “un buen tipo” mientras hacía trabajos de jardinería y paseaba perros para los vecinos, pero mencionaba las vacunas incluso en conversaciones no relacionadas.
“Estaba muy inquieto y creía profundamente que las vacunas lo lastimaban a él y estaban lastimando a otras personas”, declaró Hoalst al periódico de Atlanta. “Lo creía enfáticamente”.
Pero ´también dijo que nunca creyó que White fuera violento: “No tenía idea de que pensara que arremetería contra los CDC.”
El agente fallecido deja una esposa y tres hijos
Rose, de 33 años, fue un marine que sirvió en Afganistán, se graduó de la academia de policía en marzo y “rápidamente se ganó el respeto de sus colegas por su dedicación, valentía y profesionalismo”, dijo el condado de DeKalb.
“Esta noche, hay una esposa sin marido. Hay tres hijos, uno todavía por nacer, sin padre”, dijo la administradora del condado de DeKalb, Lorraine Cochran-Johnson.
Crecientes preocupaciones de seguridad
Los funcionarios de mayor nivel de los CDC dijeron el sábado a algunos empleados que harían una evaluación completa de seguridad tras el tiroteo, según la grabación de una llamada de conferencia obtenida por la AP.
Un empleado dijo el viernes que la gente se sentía como un “blanco fácil”. Otro preguntó si los administradores se habían comunicado con Kennedy y si podían hablar sobre “la mala información, la desinformación” que “causó este problema.”
Está claro que los líderes de los CDC temen que los empleados puedan seguir siendo atacados. En un correo electrónico enviado el sábado y obtenido por la AP, la oficina de seguridad de los CDC pidió a los empleados que quitaran de sus vehículos las viejas calcomanías de estacionamiento del organismo. La oficina dijo que no se han exigido dichas calcomanías desde hace algún tiempo.