ATENAS, Grecia (AP) — El grupo rebelde hutí en Yemen ha declarado que atacará a los barcos mercantes pertenecientes a cualquier empresa que haga negocios con los puertos israelíes, independientemente de su nacionalidad, como parte de lo que describieron como la siguiente fase de sus operaciones contra Israel.
Los hutíes, respaldados por Irán, lanzaron una campaña dirigida a los buques mercantes en respuesta a la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, afirmando que lo hacían en solidaridad con el pueblo palestino.
Sus ataques en los últimos dos años han trastornado el transporte marítimo en el mar Rojo, por donde suelen pasar mercancías por un valor de 1.000 millones de dólares cada año.
En un anuncio realizado la noche del domingo, los hutíes dijeron que habían “decidido intensificar sus operaciones de apoyo militar y comenzar a implementar la cuarta fase del bloqueo naval” contra Israel.
Advirtieron que atacarían “todos los barcos pertenecientes a cualquier empresa que trate con los puertos del enemigo israelí, independientemente de la nacionalidad de esa empresa, y en cualquier ubicación dentro del alcance de nuestras fuerzas armadas”. Los barcos serían atacados independientemente de su destino, añadieron.
El grupo afirmó que los países deberían presionar a Israel para detener la guerra en Gaza y levantar su bloqueo sobre el territorio palestino “si quieren evitar esta escalada”.
A principios de este mes, los hutíes atacaron y hundieron dos buques de carga de bandera liberiana y propiedad griega: el Magic Seas y el Eternity C.
En el ataque al último murieron cuatro tripulantes y otros 11 fueron capturados, mientras que los 22 miembros de la tripulación del Magic Seas fueron rescatados antes de que el barco se hundiera.
Desde noviembre de 2023 hasta diciembre de 2024, los hutíes atacaron más de 100 barcos con misiles y drones.
Los rebeldes detuvieron sus ataques durante un breve alto el fuego en la guerra y luego se convirtieron en el objetivo de una intensa campaña de ataques aéreos de varias semanas ordenada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En mayo, Estados Unidos anunció un acuerdo con los hutíes para poner fin a los ataques aéreos a cambio de que cesaran los ataques a los barcos, aunque el grupo rebelde dijo que el acuerdo no incluía detener los ataques a objetivos que consideraban alineados con Israel.
