POR MOLLY QUELL and LORNE COOK
LA HAYA, Holanda (AP) — Los líderes de la OTAN se reunían en Holanda el martes en el inicio de una histórica cumbre de dos días que podría unir a la mayor organización de seguridad del mundo en torno a un nuevo compromiso de gasto en defensa o ampliar las divisiones entre los 32 aliados.
Se espera que los socios respalden el objetivo de destinar el 5% de su Producto Interno Bruto a su seguridad, para poder cumplir con los planes de la alianza para defenderse de ataques externos. Pero España ha dicho ya que no puede y que el objetivo es “poco razonable”. Donald Trump, por su parte, señaló que Estados Unidos no debería tener que hacerlo.
Eslovaquia apuntó que se reserva el derecho a decidir cómo alcanzar el objetivo para la nueva fecha límite de 2035.
“No estamos viviendo en un mundo feliz después de la caída del Muro de Berlín. Estamos viviendo tiempos mucho más peligrosos y hay enemigos, adversarios que podrían querer atacarnos”, manifestó el secretario general de la alianza, Mark Rutte, antes de la cumbre en La Haya.

“Tenemos que asegurarnos de defender nuestra hermosa forma de vida y nuestros sistemas y valores”.
Antes de la reunión, Reino Unido, Francia y Alemania se comprometieron con el objetivo del 5%. La anfitriona, Holanda, también ha dado el visto bueno, y las naciones más próximas a la frontera de Ucrania, Rusia y su aliado Bielorrusia ya se habían declarado a favor antes.
“Es un momento histórico. Probablemente sea uno de los momentos más trascendentales en la historia de esta alianza”, manifestó el embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Matthew Whitaker. “Vamos a ver un renacimiento de nuestras industrias de defensa”.
La primera aparición de Trump en la OTAN desde su regreso a la Casa Blanca se suponía que se centraría en cómo Washington logró un compromiso histórico de gasto militar por parte de los otros miembros del grupo, doblegándolos así a su voluntad.
Pero en el centro de atención está ahora la decisión de Trump de atacar tres instalaciones de enriquecimiento nuclear en Irán que, según su gobierno, erosionó las ambiciones nucleares de Teherán, así como el anuncio repentino del mandatario de que Israel y la República Islámica habían alcanzado un “cese al fuego completo y total”.
Ucrania también ha sufrido las consecuencias de ese conflicto, que ha creado una necesidad de armas y municiones que Kiev desea desesperadamente, y ha desviado la atención mundial. Las últimas cumbres de la OTAN se han centrado casi por completo en la guerra en Ucrania, que está en su cuarto año.
Rutte insistió en que sigue siendo un tema crucial para la OTAN, y que los aliados pueden manejar más de un conflicto.
“Si no pudiéramos lidiar con… Oriente Medio, que es muy grande y acapara todos los titulares, y Ucrania al mismo tiempo, no deberíamos estar en el negocio de la política y el ámbito militar en absoluto”, indicó. “Si solo puedes lidiar con un problema a la vez, es lo que hay. Entonces deja que otras personas se hagan cargo”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, llegó a La Haya para mantener una serie de reuniones, a pesar de su ausencia en una reunión de líderes que busca sellar el acuerdo para aumentar el gasto militar.
Es un gran cambio desde la cumbre celebrada en Washington el año pasado, cuando el comunicado final de la alianza militar incluyó una promesa de suministrar ayuda de seguridad a largo plazo a Kiev y el compromiso de respaldar al país “en su camino irreversible” hacia la membresía en la OTAN.
La primera reunión oficial de Zelenskyy fue con el primer ministro interino de Holanda, Dick Schoof, en su residencia oficial, justo enfrente de la sede de la cumbre.
Pero en un indicio revelador del estatus de su país en la cumbre, ninguno de los dos líderes hizo mención a la OTAN. Trump congeló la candidatura de Kiev para unirse al bloque.
“Permítanme ser muy claro, Ucrania es parte de la familia que llamamos la familia euroatlántica”, dijo Schoof a Zelenskyy, quien a su vez apuntó que ve el futuro de su país en paz “y, por supuesto, como parte de una gran familia de la UE”.
Schoof aprovechó la reunión para anunciar un nuevo paquete de apoyo a Kiev, que incluye 100 sistemas de radar para detectar drones y una iniciativa para producir aviones no tripulados para Ucrania en Holanda, utilizando las especificaciones de su aliado.
En un artículo conjunto publicado en la víspera de la cumbre de este año, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Friedrich Merz, dijeron que apoyaban los esfuerzos de paz de Estados Unidos para preservar la soberanía de Ucrania y la seguridad europea.
“Mientras se mantenga la trayectoria actual, Rusia encontrará en Francia y Alemania una determinación inquebrantable. Lo que está en juego determinará la estabilidad europea para las próximas décadas”, escribieron en el periódico Financial Times.
“Nos aseguraremos de que Ucrania emerja de esta guerra próspera, robusta y segura, y nunca vuelva a vivir bajo el temor de la agresión rusa”, agregaron.