POR MARCOS ALEMÁN
SAN SALVADOR (AP) — El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, restó importancia el domingo a las críticas a sus medidas y afirmó que “me tiene sin cuidado que me llamen dictador”, al presentar ante el Congreso su informe de labores del primer año de gobierno de su segundo mandato.
“Me tiene sin cuidado que me llamen dictador. Prefiero que me llamen dictador a ver cómo matan a los salvadoreños en las calles. Prefiero que me llamen dictador pero que los salvadoreños podamos vivir al fin en paz. Que se queden ellos discutiendo su semántica y nosotros vamos a seguir enfocados en resultados”, afirmó.
También criticó a organizaciones civiles y los reportes de la prensa nacional e internacional que lo han acusado de violaciones de los derechos humanos desde el Estado, capturas arbitrarias y persecución de activistas.
“Dicen que encarcelamos defensores de derechos humanos, disidentes, opositores al régimen. Yo me pongo a pensar ¿cómo vamos a combatir la corrupción si toda la oposición tiene inmunidad?”, argumentó.

Durante una sesión solemne del Congreso celebrada en el Teatro Nacional, a la que asistieron miembros del cuerpo diplomático, el mandatario reiteró la defensa de su estrategia contra las pandillas y rechazó las críticas de “fuerzas externas”.
“Las fuerzas externas que ejercen su poder encubierto sobre países como El Salvador no están interesadas en el bienestar de nuestro pueblo, su objetivo es generar inestabilidad porque la inestabilidad mantiene a nuestras naciones dependientes de ellos, los países del tercer mundo están destinados a seguir siendo del tercer mundo”, afirmó.
El mandatario defendió el régimen de excepción decretado por el Congreso en marzo de 2022, que suspende varios derechos constitucionales.
Aunque la popularidad de Bukele ya era dominante por el desgaste de sus oponentes, esta se consolidó con la introducción del régimen de excepción, una bandera de su estrategia de seguridad y disminución de la violencia.