La presidenta de la Fundación para el Bienestar de la Mujer Dominicana (FUBIMUD), Yaneris Ledesma, abogó por la protección de los derechos de la mujer, la lucha contra la pobreza y la sostenibilidad ambiental.
La dirigente social hizo el llamado al dejar abierta la primera cumbre sobre Responsabilidad Social de las Empresas frente a la Familia, celebrada el pasado viernes, en la Asociación de Comerciantes Mayoristas, en la capital.
En el evento participaron representantes de empresas, fundaciones, organizaciones de la sociedad civil, autoridades gubernamentales e invitados especiales.
Ledesma manifestó su inmenso honor en dar la bienvenida a la Cumbre, un espacio que reunió a líderes y aliados comprometidos con la construcción de un mejor futuro para la nación.
Dijo que, República Dominicana enfrenta desafíos complejos, pero también cuenta con una riqueza invaluable: la fuerza, la resiliencia y el espíritu solidario de las comunidades.
“Por eso, esta Cumbre tiene un propósito claro y urgente: desarrollar políticas y acciones concretas que promuevan el bienestar colectivo, priorizando áreas esenciales como la educación, la protección de los derechos de la mujer, la lucha contra la pobreza y la sostenibilidad ambiental”, declaró.
Señaló que, desde la Fundación para el Bienestar de la Mujer Dominicana, ha sido testigo del poder transformador de la colaboración entre el sector empresarial, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades.
Precisó que el progreso sostenible solo es posible “si trabajamos juntos, integrando esfuerzos y recursos para atender las necesidades más apremiantes de nuestra gente”.
“Hoy, quiero invitarles a reflexionar sobre el papel fundamental de las empresas como agentes de cambio social. Más allá de generar empleos y contribuir al crecimiento económico, las empresas tienen la capacidad –y la responsabilidad–de impactar positivamente en las vidas de las familias dominicanas, promoviendo valores de equidad, inclusión y sostenibilidad”, indicó la dirigente social.
Sostuvo, de igual modo que, es momento de asumir un compromiso firme con nuestras comunidades, especialmente con aquellos sectores más vulnerables, como la educación; eje transformador que debe ser una prioridad en nuestras agendas.
Necesitamos garantizar que cada niño y niña tenga acceso a una educación de calidad, que no solo abra puertas al conocimiento, sino también a un futuro lleno de oportunidades.
De igual manera, no podemos ignorar la importancia de proteger y empoderar a las mujeres dominicanas, quienes son el pilar de nuestras familias y comunidades.
