Santo Domingo.-El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, hizo hoy un llamado a la iglesia católica a mantener la unidad interna, para defender a la Patria, luchar por los pobres, plantear respeto a los derechos humanos y reivindicar los principios morales.
Lamentó que buscando heredar el rango de Cardenal, desde la iglesia católica saque la cabeza el fenómeno de la división interna, la lucha por desplazar a los seguidores de Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, y de hacer atractiva una posición de apoyo a los migrantes haitianos.
Dijo que ante todo, los católicos deben mantener la unidad interna, porque sin ello será imposible que puedan lograr conquistas que se consideran básicas para la vida en comunión, tanto en lo espiritual, como en lo material.
Indicó que la iglesia va ampliando el espectro de un apoyo a la migración ilegal, que se prohíban las deportaciones de haitianos y otros extranjeros indocumentados, y de que en los templos se imponga el criterio de la Pastoral Haitiana, de oficiar la misma en creole y patuá.
Pidió a la alta curia de la iglesia católica que sea responsable y evite el silencio cuando se trata de las presiones haitianas, que palatinamente van cayendo en la provocación intolerable, comenzando con el desvío del cauce del río Masacre.
Destacó que la UDC es un partido de esencia cristiana, y tiene años apoyando a los religiosos en sus diferentes ministerio, sobre todo en lo que se refiere al auxilio y asistencia a los pobres, a los enfermos, a los olvidados de la sociedad, como son los leprosos, los presos, los enfermos mentales, las madres solteras, y los niños sin padres.
Estimó que es contraproducente que hoy haya grupos politizados a lo interno de la iglesia que saca el tema de los pobres para buscar ayudas partidistas, o para ocultar realidades, como se vio en el Sermón de las Siete Palabras.
Lamentó que en ocasiones desde ángulos poderosos de la iglesia se quiera tener una postura complaciente con los matrimonios del mismo sexo, en franca contradicción con los principios cristianos de que una familia está integrada por un padre y una madre.
Le exigió a la Conferencia del Episcopado Dominicano que no baje la guardia, y que mantenga bien en alto el principio de rechazo de los abortos, no importa bajo que maquillaje se quiera imponer una acción que a todas luces va en contra de la vida.
