Por Vicente Balbuena
Por décadas hemos visto, cómo las balas perdidas han ocasionado la muerte de docenas de personas, y han dejado lesiones de por vida.
Esa irresponsabilidad de usar en navidad, y la llegada de un nuevo año, armas de fuego, debe ser castigada con la pena máxima que contemplan las leyes dominicanas.
No es justo disparar alegremente al aire, usando cómo pretexto la celebración de la navidad y la llegada de un nuevo año.
Dónde está la conciencia, de quiénes tienen un permiso de porte y tenencia de arma de fuego, a sabiendas, que éstos disparos alegres, traen consecuencias de muertes y lesionados, que causan dolor, llantos, tristeza y luto en las familias de los afectados.
Se hace necesario antes de las fechas claves de navidad y año nuevo una campaña de información y concientización por parte del Ministerio de Interior y Policía, a través de los medios tradicionales y redes sociales, a fin de orientar a quiénes portan armas de fuego, para que se abstengan de usarlas para los fines descritos.
Quiénes lo hagan, y sean sorprendidos en sus actos, deben ser multados, incautadas sus armas y encarcelados.
Ya es tiempo de poner el antídoto a la llegada de la enfermedad, que tanto daños ha causado a la población dominicana de vivir.
Las leyes están ahí, comenzamos y apliquemos los correctivos de lugar.
Las balas perdidas, son un mal que debemos erradicar.
Las autoridades competentes, no pueden seguir siendo sordos, ciegos y mudos.
Es tiempo de actuar, hagámoslo ahora, antes de que sea demasiado tarde.