Se espera que los niveles de dióxido de carbono alcancen nuevos récords alarmantes en 2023; conoce cómo esto afecta los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
Amedida que el año se acerca a su fin, las primeras proyecciones sobre el clima están lejos de ser tranquilizadoras. Es cada vez más probable que 2023 entre en los anales como el año más caluroso jamás registrado, superando el umbral crítico de 2.7°F (1.5°C) por encima de las temperaturas medias globales preindustriales.
Igualmente preocupante es el aumento previsto en los niveles de contaminación por dióxido de carbono, que se espera que aumente entre un 0.5 y un 1.5 por ciento, según un reporte de emisiones internacional.
Este sombrío panorama sigue una tendencia desalentadora observada en 2022, cuando las emisiones de carbono aumentaron un 0.9 por ciento, culminando en la asombrosa cifra de 36.8 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono solo para ese año.
Este crecimiento de las emisiones no es consistente en los distintos sectores y regiones geográficas, e incluso las evaluaciones más optimistas revelan una flagrante insuficiencia a la hora de abordar las emisiones de manera integral.
Es poco probable que las emisiones disminuyan en 2023
Glen Peters, director de investigación del instituto de investigación climática CICERO de Noruega, advierte: “Sería muy poco probable que las emisiones disminuyan en 2023”, según un artículo de Scientists Alert.
El aumento persistente de las emisiones de carbono presenta un panorama preocupante, lo que sugiere que los esfuerzos colectivos para combatir el cambio climático deben ser significativamente más sólidos.
El Acuerdo Climático de París, establecido en 2015, estableció planes ambiciosos para frenar el aumento de las temperaturas globales promedio.
El objetivo principal es limitar el aumento a menos de 2.7°F por encima de los promedios preindustriales, o al menos evitar exceder los 3.6°F.
Lamentablemente, los principales emisores de carbono del mundo no están logrando avances sustanciales en el logro de estos objetivos.
El mismo Glen Peters enfatizó en X, antes Twitter: “Las emisiones globales de CO₂ fósil deben disminuir >5 por ciento al año. Esto simplemente no está sucediendo”.
Cada año de aumento de emisiones no solo complica los esfuerzos para cumplir los objetivos de París, sino que también amplifica la vulnerabilidad del mundo a los impactos climáticos adversos.
Fuente de datos y resultados mixtos
Las predicciones se basan en datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Los informes de la AIE de este año han presentado un panorama mixto.
Por un lado, el crecimiento de las fuentes de energía renovables apunta a un probable pico en el uso de combustibles fósiles en la próxima década, un avance positivo.
Sin embargo, los gobiernos de todo el mundo todavía no brindan el apoyo adecuado para una transición rápida hacia fuentes de energía más limpias.
El próximo informe “Presupuesto global de carbono”, que se publicará en diciembre, proporcionará un análisis en profundidad de las emisiones de carbono y su impacto.
Además, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28) de 2023 está prevista para diciembre en Dubái y ofrecerá una plataforma crucial para los debates sobre la acción climática global.
Los desafíos que plantean los crecientes niveles de dióxido de carbono exigen atención urgente, y estos eventos desempeñarán un papel importante en la configuración del futuro de las políticas y acciones climáticas.
Fuente Eldiariony.com