El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, pidió hoy que se amplíen los programas de asistencia y protección a los adolescentes dominicanos provenientes de zonas excluidas.
Afirmó que a los jóvenes que estudian la etapa final del bachillerto hay que instruirlos en oficios técnicos que les permitan de inmediato poder integrarse a los medios de producción.
Ahora que se habla de emprendedores, un egresado del bachillerato bien capacitado podría abrir una barbería, un salón de belleza, ofertar sus conocimientos en mecánica, plomería, pintura, reparación de radio y televisión y otros servicios.
Afirmó que en ocasiones esos muchachos y muchachas terminan los estudios, no pueden ingresar a las universidades, y se encuentran de brazos cruzados sin saber hacia dónde van a dar el siguiente paso.
Apuntó que todos los jóvenes que entran al bachillerato deben recibir instrucciones en el manejo de la informativa, de la mecánica, la carpintería, y ser capacitados como barberos, expertas en belleza y pintores.
También hay que hacer un estudio profundo sobre las razones de que la mayoría de los jóvenes de sectores excluidos no terminan la educación secundaria, por lo que sus posibilidades de conseguir un empleo remunerativo es casi nula.
Resaltó que el gobierno está realizando una buena labor con institutos especializados, donde se instruye a los jóvenes en ocupaciones y conocimientos técnicos, que les permiten abrir su propio negocio.
Luis “El Gallo” enfatizó que el problema es mayor en el caso de las adolescentes, si se toma en cuenta el alto nivel de embarazos, con la crisis que se presenta en familias disfuncionales y sin recursos.
Destacó que una de las situaciones más extremas que se presenta con el embarazo de adolescentes es que en colegios y escuelas la sacan de las aulas, y pierden hasta dos años de escolaridad, o desertan definitivamente.
Hizo un llamado al ministerio de Educación para que de inmediato se deje la práctica de suspender la matrícula de las adolescentes que salen embarazadas, en vez de darle la protección humanitaria y solidaria.
Los colegios privados también siguen esas prácticas, y en ocasiones son más radicales ya que no la suspenden, sino que las expulsan para siempre de sus aulas.
Los ministerios de Educación y de Salud Pública deben coordinar esfuerzos para viabilizar un programa educativo-preventivo, que advierta a las adolescentes los graves problemas que se originan en su futuro cuando salen embarasadas.
Hay que realizar una amplia campaña en torno a los embarazos de adolescentes, que se ha convertido en uno de los grandes problemas sociales del país, y en el cual las autoridades deben ejecutar el mayor esfuerzo preventivo posible.