La reunión tendrá lugar la víspera de la cumbre UE-Ucrania también en la capital ucraniana.
BRUSELAS, (EUROPA PRESS) – Una quincena de comisarios europeos, con la presidenta Ursula von der Leyen al frente, viaja este jueves a Ucrania para tratar cara a cara con el Gobierno de Volodimir Zelenski los avances en la adhesión a la Unión Europea, en una nueva señal de apoyo político a Kiev y un mensaje claro al Kremlin de que el bloque no cejará en su apoyo.
«Hay que ser optimistas y al mismo tiempo realistas», ha afirmado en declaraciones a periodistas antes del viaje el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, recalcando que la adhesión debe seguir el proceso basado en reformas que «nadie puede saltarse».
Pese a que Bruselas y los Veintisiete han dado pasos sin precedentes para acercar a Ucrania a la UE, otorgándole en tiempo récord el estatus de candidato, el jefe de la diplomacia ha concluido que su entrada en el bloque no será «cosa de mañana».
«Mañana y pasado mañana seguiremos hablando de una guerra sangrienta en Ucrania», ha señalado.

Así las cosas, la reunión entre la Comisión Europea y el Gobierno ucraniano servirá para profundizar el diálogo sobre el proceso de adhesión y pasar revista a la agenda de reformas de Kiev para integrarse en el bloque.
La jornada posterior tendrá lugar una cumbre UE-Ucrania con la presencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Los países de la UE aceptaron el pasado junio su candidatura a ingresar en la UE siguiendo el dictamen de la Comisión Europea que avaló dar el paso, asumiendo que el país, en plena guerra con Rusia, abordará reformas de calado en el plano económico, jurídico y político.
En la capital comunitaria señalan que el contacto con las autoridades ucranianas es total y «no pasa un día» en el que Bruselas y Kiev no discutan los avances en la adhesión al club comunitario.
No obstante, fuentes europeas mantienen el equilibrio con respecto a la idea de una entrada ‘exprés’ en el bloque, después de que Ucrania haya dicho que tiene un plan para poder entrar en la UE en el plazo de dos años.