Solo una compensación otorgada por Major League Baseball hizo posible que el equipo lo firmara por 10 mil dólares y contando ya con 18 años.
PEDRO G. BRICEÑO
SANTO DOMINGO.-.En marzo del 2015, los Astros de Houston habían agotado su disponibilidad de presupuesto para firmar a Cristian Javier, este miércoles, el nativo de La Victoria se inscribió junto con la franquicia en un club tan exclusivo, que apenas cuenta con dos miembros.
Solo una especie de compensación que la Major League Baseball otorga a los equipos de Grandes Ligas hizo posible que Román Ocumárez, para entonces supervisor de Scout de los Astros para América Latina pudiera ese entonces convertir al ya adulto joven (18 años) en un miembro del equipo.
La recompensa que otorga MLB a los equipos es una suma tan pírrica como 10 mil dólares por pelotero, Ocumárez hizo la propuesta y al principio no fue del todo agradable, pero una serie de parámetros llevaron a aceptarla.
¿Qué cuales fueron?. Había hecho intentos de firmar como un jardinero, ya contaba con 18 años, las demás organizaciones ya tenían sus billeteras vacías y lo más trascendente había una amplia hambre por firmar y no dejar escapar esta oportunidad que para el joven bien pudo ser la última propuesta.
Es ahí cuando llega el sí definitivo tras un común acuerdo con su entrenador, pues necesitaba el dinero, a como de lugar, su procedencia es bien paupérrima, un muchacho del poblado de la Victoria, de esos que se aferran al béisbol como principal norte para salir de la pobreza.
Un exjardinero, con 18 años y una recta que giraba entre 84-86 millas, no llamaban la atención de los ejecutivos de la franquicia, aunque a Ocumárez le encantó que al venir de otra posición y experimentar como pitcher probablemente era dueño de un brazo saludable.
“Un hecho que me gustó de él, es que cada vez que lo observaba impresionaba más en cada una de las cuatro veces que lo observé su progreso iba muy en ascenso y observaba en su rostro el interés por cada vez hacerlo mejor y mejor”, señaló Ocumárez, el principal artífice para que hoy Javier, Framber Valdez y Bryan Abreu hagan de los Astros un equipo más resplandeciente.
Guevara primero en observarlo
Leocadio Guevara, scout de área de los Astros fue el primero que tuvo a Javier en sus manos y quien brindó su primer “Su historial era de solo dos meses lanzando y de inmediato pensé que con más ejercicios y mejorar su preparación, que su cuerpo lo asimile como pitcher harían incrementar la cantidad de millas, pero tenía ya en contra el asunto de la edad, pero nos propusimos seguir observándolo por las próximas semanas para ver su progreso”, relata Ocumárez.
Recuerda que cuando ve su avance, de inmediato se comunica con su superior, Oz Ocampo y le informa sobre las facultades que posee el hoy hombre récord de los Astros, quien hoy y junto a otros tres relevistas se convierte 66 años después en apenas el segundo con un no hitter en Serie Mundial, proeza solo alcanzada por Don Larsen.
Señala que su progreso fue vertiginoso para la cuarta ocasión que lo observé estaba mucho más suelto, ya su recta rondaba las 89-90 millas, además de mayor calidad de los pitcheos secundarios y aquí nos siguió interesando cada vez más.
Nunca fue gran prospecto
“Le dije que si me lanzaba varios pitcheos a 90 millas te firmó ahora mismo, pero estaba lloviendo y lanzó en el cajón de bateo, pero como ya lo había observado contra bateadores, me comuniqué con Ocampo y le dije que debíamos firmarlo, le dije que no necesariamente sería un pitcher de poder, pero que podía ayudar”, sostiene.
Javier nunca estuvo entre los mejores 30 prospectos de la organización, al menos no hasta que en el 2020 se ganó la distinción como Pitcher del Año y es en ese momento cuando es ascendido a los Astros, club del cual llegó para quedarse.
Lo de este miércoles fue algo impresionante para el dominicano, cuyas seis entradas sin hitter abrieron las puertas para el gran logró que acama de materializar.