Eugene, Oregon, EFE.-. Alison Dos Santos, de 22 años, dio a Brasil la primera medalla de oro en la prueba de 400 metros vallas de los campeonatos del mundo con una marca excepcional de 46.29, récord de los campeonatos, ante el hundimiento súbito del noruego Karsten Warholm, que había llegado en cabeza a la recta final.

Warholm había ganado todos los títulos posibles desde 2017 (dos mundiales, uno olímpico y otro europeo) y la situación de la carrera hacía presagiar una nueva medalla de oro para el plusmarquista mundial, pero apenas enfilada la recta se quedó clavado y terminó séptimo.

Ray Benjamin no pudo devolver la corona a Estados Unidos, pero se alzó con la presea de plata con una marca de 46.89 y su compatriota Trevor Bassitt con la de bronce con 47.39, récord personal.

Fuera de los focos desde que en los Juegos de Tokio estableció un prodigioso récord mundial (45.94), Warholm llegó con muchas dudas a estos Mundiales, pero las rondas precedentes parecían haber confirmado que su recuperación física era completa.

No había terminado una sola carrera este año. Tocado en los isquios del muslo derecho desde la reunión del 5 de junio en Rabat, hasta última hora estuvo en duda su participación, y necesitaba todo su potencial para hacer frente a colosos como el campeón estadounidense Ray Benjamin o Alison Dos Santos, sus compañeros en el podio olímpico de Tokio.

Antes de competir en el Hayward Field, el noruego llevaba más de diez meses sin hacer una sola carrera completa, pero Benjamin, víctima del covid y de una tendinitis, tampoco había llegado por un camino de rosas.

Dos Santos, de 22 años, el más rápido del año (46.80) e invicto esta temporada, era el único de los tres que no había sufrido contratiempos físicos y tenía ante sí una gran oportunidad para batir a los dos consagrados. A Benjamin ya le derrotó en el mitin de Doha y ha vuelto a hacerlo en Eugene para conseguir su primera medalla de oro global.