La Corte Suprema de Estados Unidos reafirmó el jueves el derecho de los ciudadanos a portar armas de fuego en público, una decisión tomada pocas semanas después de un nuevo tiroteo mortal en una escuela.
Con Xavier Vilà
corresponsal de RFI
Washington.-. La decisión de la Corte Suprema, impulsada por su mayoría conservadora, es un triunfo rotundo del lobby en favor de las armas y abre la puerta a convivir con millones de personas legalmente armadas en cualquier circunstancia, bajo el pretexto de que se debe asegurar el derecho a la defensa propia a la ciudadanía.
El fallo de 6 votos contra 3 anula una ley de Nueva York que databa de 1913 que requería que una persona demostrara que tenía necesidades legítimas de defensa personal para recibir un permiso de porte de armas e impedirá a los estados restringir el derecho de las personas a armarse.
La decisión fue tomada bajo el argumento legal de que Nueva York violaba la segunda enmienda de la constitución, que garantiza el derecho a portar armas, al requerir una razón para ir armado en público. Un argumento que rechazó el alcalde de Nueva York, Eric Adams.
“La decisión ignora la devastadora crisis de violencia armada que afecta cada día a todo nuestro país. No permitiremos que nuestra ciudad viva en el temor de que cada persona a nuestro alrededor está armada, o que cada altercado pueda degenerar en un tiroteo”, afirmó.
El presidente Joe Biden se declaró «profundamente decepcionado» por la decisión, que «contradice tanto el sentido común como la Constitución», según dijo.
La decisión judicial arrastra al menos a 6 estados más donde viven 80 millones de personas, entre ellos California, que tienen leyes similares a la invalidada en Nueva York y que ahora podrían ser cuestionadas en los tribunales por los partidarios de las armas.
Garantía constitucional
A pesar de los crecientes llamados a limitar las armas de fuego tras dos tiroteos masivos que conmovieron al país en mayo, el alto tribunal se puso del lado de quienes sostienen que la segunda enmienda de la Constitución garantiza desde 1788 el derecho a poseer y portar armas.
Se trata del primer fallo de la Corte Suprema en una década relativo a la Segunda Enmienda y una importante victoria para la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), el poderoso lobby de las armas.
«Es una victoria decisiva para los buenos hombres y mujeres de todo Estados Unidos y es el resultado de una lucha de décadas que ha liderado la NRA», dijo el vicepresidente ejecutivo de esa asociación, Wayne LaPierre, en un comunicado.
«El derecho a la legítima defensa y a defender a la familia y los seres queridos no debe terminar en el hogar», agregó.
El juez Clarence Thomas, que redactó la decisión en nombre de la mayoría de la Corte, dijo que «las Enmiendas Segunda y Decimocuarta protegen el derecho de un individuo a portar un arma de fuego para defensa propia fuera del hogar».
«El requisito de causa justificada de Nueva York viola la Decimocuarta Enmienda al impedir que los ciudadanos respetuosos de la ley con necesidades ordinarias de autodefensa ejerzan su derecho de la Segunda Enmienda de poseer y portar armas en público para la autodefensa», agregó.
Otro juez que respaldó el fallo, Samuel Alito, desestimó los argumentos de que las armas de fuego fuera de los hogares generan una gran violencia, incluso cuando se trata de tiroteos masivos.
Los tres magistrados liberales del tribunal discreparon. «Muchos estados han tratado de abordar algunos de los peligros de la violencia con armas (…) aprobando leyes que limitan, de varias maneras, quién puede comprar, portar o usar armas de fuego de diferentes tipos», dijo el juez Stephen Breyer.
«Hoy, la Corte impone una gran carga a los esfuerzos de los estados para hacerlo», agregó.