Por Esteban Cabrera
Santo Domingo, RD: La falta de cumplimiento, una promesa rota del presidente Luis Abinader al emblemático líder histórico del PRM, Ramón Alburquerque, lo ha colocado en rumbo de colisión con el “gobierno del cambio”, convirtiéndose en uno de sus peores críticos, produciendo unos inauditos ruidos que en nada benefician al presidente Luis Abinader y su gobierno.
Ramón Alburquerque tuvo bajo su responsabilidad una de las misiones operativas más críticas de la pasada campaña electoral del 2020 de donde salió electo Luis Abinader como presidente de la República Dominicana.
Alburquerque ha denunciado públicamente que el presidente le falló y prácticamente se ha burlado de él después del triunfo electoral, dándole un cargo insignificante, que dista mucho de lo que habían acordado, cosa que ha calificado públicamente como una “vagabundería del presidente”.
Lo que menos conviene al PRM y al presidente Abinader es tener a un hombre como Alburquerque tirándole piedras desde el frente y no entiendo porqué no ha resuelto eso, sabiendo que este hombre es uno de los profesionales más cualificados que tiene el país y que contar con esa experiencia sería muy beneficioso para el gobierno y la nación.
Haberlo ignorado ha desatado la ira de este hombre, quien se ha convertido en uno de los críticos más acérrimos del gobierno de su propio partido.
Eso son de los errores que el PRM debe evitar, sobre todo, con lo difícil que estará el espectro político-partidario de las venideras elecciones del 2024, donde nada se ve definido, además, con un partido dividido, fraccionado y profundamente afectado por una “crisis inducida”, por temas como la negación de una convención bajo la modalidad del voto universal, directo y secreto, tal y como rezan sus estatutos, o la otra crisis interna que ha provocado la no inclusión de los dirigentes medios y los miembros de las bases del PRM en los puestos de trabajo en el tren gubernamental, los que se sienten excluidos, usados y que no son parte de su propio gobierno.