El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., aseguró este lunes que el embajador chino en Manila fue llamado a consultas tras un incidente en el que guardacostas chinos bloquearon y dispararon con cañones de agua a barcos de vigilancia costera filipinos en una zona disputada del Mar de China Meridional.
Marcos Jr. explicó este lunes en una rueda de prensa que su ministro de Exteriores, Enrique Manalo, se reunió hoy con el embajador chino, Huang Xilian, para entregarle una nota de protesta.
Aunque se denomina nota verbal porque en sus orígenes reflejaba los temas tratados en una conversación, se trata de una comunicación escrita que los gobiernos usan para emitir protestas ante las Embajadas de otro país implantadas en su territorio.
«Seguimos afirmando nuestra soberanía, seguimos afirmando nuestros derechos territoriales ante todos estos desafíos, de acuerdo con el derecho internacional», dijo Marcos.
El líder filipino aseguró que valorará con su gabinete otras posibles respuestas al incidente y recordó que, a pesar de las tensiones, Filipinas debe «seguir comunicando» con el gobierno chino para «llegar a una conclusión» de este conflicto.
Según Manila, el incidente tuvo lugar el sábado, cuando barcos guardacostas filipinos entregaban comida, agua, gasolina y otros suministros a las tropas estacionadas en el atolón de Ayungin, en el archipiélago Spratly, donde China y Filipinas se disputan territorios.
La guardia costera filipina denuncia que, cuando realizaban las tareas de distribución, fueron interceptados por un barco guardacostas chino, que realizó «maniobras peligrosas» e «hizo uso ilegal de los cañones de agua» contra su barco.
El atolón de Ayungin, controlado por Filipinas, se encuentra a menos de 200 millas (unos 322 kilómetros) de la costa occidental de Palawan, al suroeste del archipiélago y dentro del área económica exclusiva de Filipinas.
Esta distancia, 200 millas náuticas, es el límite establecido por la ONU para determinar la soberanía marítima de los estados, según una convención a la que China se adhirió en 1996.
El pasado febrero, los guardacostas filipinos aseguraron que un barco chino utilizó un láser cegador, «probablemente de uso militar», contra sus tripulantes.
China y Filipinas mantienen un conflicto por la soberanía de varias islas y atolones en el mar de China Meridional, que Pekín reclama casi en su totalidad por «razones históricas», disputándose territorios también con Malasia, Vietnam, Taiwán y Brunéi.
Las tensiones entre ambos países han aumentado en los últimos meses, mientras el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., refuerza su alianza de defensa con EE.UU., revirtiendo el acercamiento a Pekín promovido por su predecesor, Rodrigo Duterte.
Agencia EFE