MOSCÚ (AP) — Rusia declaró que ya no se considera vinculada a una moratoria autoimpuesta sobre el despliegue de misiles de alcance intermedio con capacidad nuclear, una advertencia que podría preparar el escenario para una nueva carrera armamentista a medida que las tensiones entre Moscú y Washington vuelven a aumentar por Ucrania.
En un comunicado el lunes, el Ministerio de Exteriores del Kremlin vinculó la decisión a los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados para desarrollar armas de alcance intermedio y a los preparativos para su despliegue en Europa y otras partes del mundo.
En concreto, citó los planes de Washington para desplegar misiles Typhoon y Dark Eagle en Alemania a partir del próximo año.
Según el ministerio, esas acciones por parte de la Casa Blanca y sus aliados crean “posibilidades de desestabilización con misiles” cerca de Rusia, creando una “amenaza directa para la seguridad de nuestro país” y conllevan “consecuencias significativamente perjudiciales para la estabilidad regional y global, incluida una peligrosa escalada de tensiones entre potencias nucleares”.
No se ofrecieron detalles acerca de las medidas concretas que podría tomar el Kremlin, pero el presidente ruso, Vladímir Putin, había anunciado antes que Moscú planeaba desplegar sus nuevos misiles Oreshnik en territorio de Bielorrusia, que es su vecino y aliado, más adelante este año.
Preguntado acerca de dónde y cuándo podría desplegar Rusia las armas de alcance intermedio, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que no es algo que se anuncie con anticipación.

“Rusia ya no tiene limitaciones, Rusia ya no se considera restringida por nada”, declaró Peskov reporteros. “Por lo tanto, Rusia cree que tiene el derecho de tomar medidas correspondientes si es necesario”.
“Las decisiones sobre parámetros específicos de medidas de respuesta serán tomadas por el liderazgo de la Federación Rusa basándose en un análisis interdepartamental de la escala de despliegue de misiles de alcance intermedio estadounidenses y de otros países occidentales, así como en el desarrollo de la situación general en la zona de seguridad internacional y estabilidad estratégica”, indicó el Ministerio de Exteriores.
Medida de Moscú sigue a mensaje nuclear de Trump
La declaración rusa se produjo después de que Donald Trump dijese el viernes de que ordenó el reposicionamiento de dos submarinos nucleares de estadounidenses en base a “las declaraciones altamente provocadoras” de Dmitry Medvedev, quien fue presidente entre 2008 y 2012 para permitir que Putin, limitado por el número de mandatos, regresara más tarde al cargo.
La declaración de Trump se produjo mientras se acerca el final del plazo que dio a Moscú para alcanzar un acuerdo de paz con Kiev a finales de esta semana.
Trump se mostró alarmado por la actitud de Medvedev, que funge como vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia —que está encabezado por Putin. Al parecer, busca ganarse el favor de su mentor haciendo declaraciones provocativas y lanzando frecuentes amenazas nucleares.
La semana pasada, respondió al plazo de Trump para la tregua en Ucrania y no recibir sanciones, advirtiéndole que no entre en “el juego del ultimátum con Rusia”, y declaró que “cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra”.
Medvedev también comentó la declaración del Ministerio Exteriores, describiendo la retirada de Moscú de la moratoria como “el resultado de la política antirrusa de los países de la OTAN”.
“Esta es una nueva realidad con la que todos nuestros oponentes tendrán que contar”, escribió en X. “Esperen más pasos”.
Tratado INF, abandonado en 2019
Los misiles de alcance intermedio pueden recorrer entre 500 y 5.500 kilómetros (de 310 a 3.400 millas). Estas armas terrestres fueron prohibidas por el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) de 1987.
Washington y Moscú lo abandonaron en 2019, acusándose mutuamente de violaciones, pero el Kremlin anunción la autoimposición de una moratoria acerca del despliegue hasta que Estados Unidos tomara alguna medida en ese sentido.
El colapso del INF ha avivado los temores a la repetición en Europa de una crisis de misiles como la de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética desplegaron misiles de alcance intermedio en el continente en la década de 1980.
Estas armas se consideran particularmente desestabilizadoras porque tardan menos tiempo en alcanzar sus objetivos, en comparación con los misiles balísticos intercontinentales, dejando sin tiempo a los encargados de la toma de decisiones y aumentando la probabilidad de un conflicto nuclear global por una falsa advertencia de lanzamiento.
El jefe de las fuerzas de misiles de Rusia declaró que el nuevo misil de alcance intermedio Oreshnik, que Rusia utilizó por primera vez contra Ucrania en noviembre, tiene capacidad suficiente para llegar a toda Europa. Oreshnik puede llevar ojivas convencionales o nucleares.
Putin ha elogiado las capacidades del proyectil y señaló que sus múltiples ojivas, que se lanzan contra el objetivo a velocidades de hasta 10 march, no pueden ser interceptadas y son tan potentes que el uso de varias de ellas en un ataque convencional podría ser tan devastador como un ataque nuclear.
Putin ha advertido a Occidente que Moscú podría usarlo contra los aliados ucranianos de la OTAN, que permitieron a Kiev usar sus misiles de mayor alcance para atacar en suelo ruso.