El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo” consideró urgente que se amplíe la vigilancia en los pueblos fronterizos, para evitar la llegada al país de indocumentados.
Resaltó el trabajo que realizan en las frontera los organismos militares, pero resaltó que la vigilancia se debe extender a todos los pueblos fronterizos, para que se continúe deteniendo a los ilegales.
Dijo que a pesar de la amplia vigilancia militar, todos los días son apresados en demarcaciones fronterizas decenas de personas que buscan entrar ilegalmente en el país.
Agregó que los militare hacen su trabajo de mantener el orden y la tranquilidad en la frontera, pero se tiene que hacer una labor de investigación de como penetran esos indocumentados al país.
Por suerte en la mayoría de los casos son detenidos a pocos kilómetros de la frontera, sin que puedan llegar a Santo Domingo, Santiago y otras grandes ciudades del país.

Expresó que los indocumentados no pueden ser asimilados por las agroindustrias y la industria de la construcción, sino que tienen que ser detenidos y remitidos a su país de origen.
Ya en la República Dominicana, añadió, hay un código bien definido donde se dispone el impedimento de entrada de los indocumentados, y su inmediata repatriación.
Resaltó que el gobierno central cumple con todo el protocolo nacional e internacional, para deportar a los que penetran o se encuentran en forma ilegal en el territorio nacional.
Apunto que la crisis haitiana no tiene soluciones desde la República Dominicana, y por el contrario lo que tienen que hacer las autoridades es respetar la Constitución, en lo que se refiere a los indocumentados y la ilegalidad.
Pidió que se respete en forma absoluta todo lo relativo al tratamiento de las embarazadas, las cuales no pueden tener cuidos privilegiados, sino meramente humanitarios si logran llegar a maternidades nacionales.
Recordó que el protocolo con las embarazadas es, si logran llegar a una maternidad, ofrecerle la asistencia médica y cuando se le dé el alta ser inmediatamente deportadas.
Resaltó que el problema de las embarazadas y sus partos en el país, es una pesada carga para el sistema sanitario y hospitalario nacional, inclusive poniendo en peligro la atención que se ofrece a las dominicanas.