El politólogo y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Juan González, advirtió que ante el avance militar de Rusia en Ucrania, con el apoyo de Corea del Norte y la consolidación del eje geopolítico entre Moscú y Pekín, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó a mostrar señales de impaciencia hacia su homólogo ruso, Vladímir Putin, lo que podría marcar un giro en las relaciones con el Kremlin.
González afirmó que Trump pasó de expresar cierta admiración hacia Putin a calificarlo como un líder que “está matando a demasiadas personas” o que está “completamente loco”, lo que podría anticipar un cambio significativo en la estrategia de Washington hacia Moscú.
“El presidente Trump parece haber concluido que Putin no tiene intención de negociar un acuerdo de paz con Ucrania en el contexto actual, ya que su alianza con China está hoy más sólida que nunca y, además, está recibiendo un apoyo militar significativo de Corea del Norte”, afirmó el académico.
En ese sentido, González identificó tres variables clave que explicarían este viraje:
1.-El Kremlin no muestra interés real en la paz.

A pesar de que Estados Unidos ha reducido el apoyo militar a Kiev como gesto de buena voluntad, Rusia, con el respaldo de Corea del Norte, ha intensificado sus ofensivas y logró expulsar a las fuerzas ucranianas de la región de Kursk.
Esto evidencia, según González, la intención de Moscú de alcanzar una victoria militar total para imponer sus condiciones en la mesa de negociación.
2.- Rusia se subordina a China.
El fortalecimiento de la relación entre Moscú y Pekín es percibido por Trump como un retroceso estratégico, ya que contradice su visión geopolítica de evitar la formación de un bloque rival liderado por ambas potencias.
“Rusia se está comportando como un socio menor frente a China, lo cual debilita su margen de maniobra y potencia el liderazgo global de Pekín”, advirtió González.
En ese sentido, indicó que la solidez de la alianza entre Rusia y China socava los esfuerzos de la administración Trump por distanciar a Moscú de Pekín y preservar la primacía global de Estados Unidos a mediano y largo plazo, tal como lo hizo el presidente Nixon en la década de 1970, cuando logró alejar a China de la Unión Soviética.
3.- Europa exige una postura más firme frente a Rusia
El también analista internacional indicó que varios líderes europeos consiguieron persuadir a Trump sobre la amenaza real que representa Rusia para la seguridad del continente, lo que está llevando al mandatario a reconsiderar su escepticismo hacia la OTAN y a valorar una respuesta más sólida y coordinada con sus aliados.
Frente a este escenario, el politólogo estimó que “en los próximos días podríamos ver un endurecimiento de la postura de la administración Trump, incluyendo un aumento en la entrega de armamentos a Ucrania y nuevas sanciones contra Rusia”.
El también experto en Relaciones Internacionales concluyó que, si se produce un cambio radical de la administración Trump hacia Moscú, esto podría prolongar el conflicto en Ucrania más de lo esperado, al tiempo que profundizaría las tensiones globales en un sistema internacional cada vez más polarizado.
Fuente El Pregonero