MELBOURNE, Australia (AP) — La policía dijo el martes que se encontraron restos humanos dentro de un cocodrilo grande sospechoso de matar a un pescador en el segundo ataque fatal en Australia en aproximadamente un mes.

La última víctima fue un hombre de 40 años que cayó el sábado de una empinada orilla al río Annan al sur de Cooktown, en el estado de Queensland. Nunca salió a la superficie.

Los guardabosques mataron el lunes a un cocodrilo de 4,9 metros (16 pies) en un arroyo a 4 kilómetros (2,5 millas) de donde desapareció el hombre. El cocodrilo tenía cicatrices en el hocico como las que los testigos describieron haber visto en un reptil en las cercanías de la desaparición, dijeron las autoridades.

Se cree que los restos humanos encontrados dentro del cocodrilo durante un examen en Cooktown son los del hombre desaparecido, según un comunicado de la policía. Se realizarán más pruebas para identificar positivamente los restos.

El hombre era un turista de Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia, que se encuentra más allá del hábitat tropical de los cocodrilos. Había estado de vacaciones con su familia y pescando en un lugar conocido como Crocodile Bend, que es popular entre los turistas que vienen a ver cocodrilos grandes.

El superintendente jefe interino de la policía, Shane Holmes, dijo a los medios el lunes que no estaba claro si la familia de la víctima o las personas cercanas vieron lo que sucedió.

«Creo que fue un accidente cuando cayó al agua», dijo Holmes.

La tragedia se produjo después de que una niña de 12 años fuera secuestrada el 2 de julio mientras nadaba con su familia en un arroyo en el vecino Territorio del Norte. Sus restos fueron encontrados días después y los guardabosques mataron a tiros a un cocodrilo de 4,2 metros (14 pies).

En Australia se han producido tres ataques mortales de cocodrilos este año, cerca de la peor cifra anual de muertes registrada, cuatro en 2014. Un chico de 16 años murió mientras nadaba en una isla de Queensland el 18 de abril.

La población de cocodrilos ha crecido de forma explosiva en el norte tropical de Australia desde que estos depredadores se convirtieron en una especie protegida a principios de los años 70. La caza para obtener su piel desde los años 50 casi los había exterminado.