El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, defendió hoy la política del presidente Luis Abinader de ir en auxilio de las cinco provincias fronterizas, y señaló que la mejor barrera contra la penetración haitiana, es desarrollar esas comunidades.
Destacó que el presidente Abinader, como lo ha hecho en los años de su gobierno y como lo anunció en su discurso del 27 de Febrero, ha demostrado tener un alto interés en lograr el desarrollo de las lejanas provincias fronterizas, que necesitan una protección especial.
Afirmó que muchas de esas provincias dependen de una frágil economía, tachonada por los mercados binacionales, por lo que es de rigor lograr aumentar su factibilidad económica, llevar la moderna agro-industria, establecer puntos de atracción turística, y mejorar sus niveles de vida.
En lo económico, manifestó, el presidente Abinader siempre ha dado un especial énfasis a las provincias fronterizas de Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabón y Monte Cristi, que están a metros de Haití, y que en ocasiones sus áreas despobladas son las principales rutas clandestinas que utilizan los ilegales para penetrar a República Dominicana.
Destacó que el empresario nacional no se debe cruzar de brazos, por lo que también debe extender sus actividades económicas hasta la frontera, sin dejar todo el trabajo en manos del Estado dominicano.
El presidente Abinader está haciendo mucho por la zona fronteriza, pero hay una responsabilidad de todos los sectores de prestar su colaboración a una población muy sensible por la penetración de ilegales, y los factores de distorsiones culturales que se dan allí.
Enfatizó los esfuerzos del Presidente Abinader para concluir la valla fronteriza, que ofrecerá seguridades de que se reducirá a su mínima expresión la entrada al país de ilegales haitianos.
Por lo pronto, como lo dijo el presidente en su discurso, en el área donde la valla está concluida se han reducido casi al cero los robos de ganado y motocicletas y la entrada de indocumentados.
También hizo un llamado para que se de un gran impulso a la educación, y se ponga mucho cuidado con profesores haitianos que dan clase a niños dominicanos en la frontera. No es de llevar el creole a las aulas, sino de educar a los dominicanos.