Mientras la diplomacia ecuatoriana insta a sus compatriotas a no dejarse engañar por bandas criminales de tráfico humano, grupos cívicos presionan en Nueva York por un TPS.
Por: David Ramirez
Ecuador .-.El arribo masivo de migrantes a la frontera México-Estados Unidos ha puesto contra la pared no sólo a la Administración Biden sino a los estados fronterizos y colateralmente a varias urbes del país consideradas “ciudades santuarios” por su flexibilidad en acoger a los inmigrantes indocumentados.
Como ninguna otra, Nueva York, es la meta más apetecida por quienes cruzan la frontera en busca del sueño americano y las consecuencias de esto han encendido las alarmas. De hecho, en los últimos meses la ciudad ha experimentado un arribo de gran cantidad de venezolanos y ecuatorianos.
Y es que aunque con escenarios políticos diferentes, Venezuela y Ecuador experimentan un éxodo sin precedentes de sus ciudadanos hacia Estados Unidos a pesar del riesgo que implica la travesía.

Precisamente, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, quien estuvo recientemente en la Gran Manzana para presidir la incorporación de Ecuador como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, puesto que ocupará en el periodo 2023-2024, destacó que el primer objetivo del Gobierno sudamericano es destruir estas mafias de tráfico humano que operan en el Ecuador.
Holguín reveló que en las últimas 8 semanas las autoridades han arrestado a 70 miembros de tres bandas de coyoteros y advirtió que se viene un proceso más agresivo aún.
“Instamos a nuestros compatriotas a que no caigan en manos de estas estructuras criminales, porque no es una aventura venir a los Estados Unidos, muchos mueren en el camino. Lo más grave es que la mayoría son deportados. Los coyoteros los manipulan generándoles una deuda, pagan entre 10 mil y 30 mil dólares por venir y muchos no lo logran porque son engañados y extorsionados”.
Destacó que se trabaja a nivel regional para impedir que las estructuras criminales continúen utilizando nuevas rutas migratorias hacia Estados Unidos como las del Darién, considerada la más peligrosa del mundo.
Entre tanto, el número de ecuatorianos detenidos y deportados en la frontera se incrementó notablemente en los dos últimos años. El máximo histórico fue en 2021, cuando la cifra alcanzó las 97.094 personas, según la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Estos datos son los que manejan los defensores de los inmigrantes para responder a los gobiernos, en este caso al de Ecuador, que declina reconocer que los ciudadanos emigran por la falta de oportunidades y la inseguridad en el país.
El portal digital de la CBP establece que en el 2022, la cifra de detenidos y deportados se situó en 24.936 aún con las restricciones de visa que impusieron México y Guatemala, lo que significa que de no existir esas condiciones, el éxodo migratorio sería mayor.
William Murillo de 1800migrante.com observó que hay que tomar en cuenta que las cifras registradas por el sistema de control de la frontera son oficiales y lo que no se cuenta, dijo, son las cifras de los migrantes que pudieron cruzar burlando los controles, por lo que las cifras bien podrían duplicar los datos oficiales.
“Que el gobierno ecuatoriano reconozca que hay una crisis migratoria y humanitaria será difícil, porque evidenciaría que sus políticas públicas no están funcionando y que lo que venden en el país, es demagogia porque las cifras de ecuatorianos escapando de la pobreza y la violencia no dan espacio a otra interpretación”, dijo Murillo.
Fuente eldiariony.com