Redes sociales y canales no oficiales sirven de plataforma para la difusión de estas noticias.
RÍO DE JANEIRO (BRASIL),(EUROPA PRESS) – Una marea de noticias falsas y teorías de la conspiración inunda las redes sociales de los brasileños en todas las elecciones desde hace más de un lustro. La avalancha de ‘fake news’ ha retornado de cara a las presidenciales de este domingo con tal fuerza que ha provocado una dura respuesta de las autoridades judiciales.
Suponen una preocupación en Brasil, porque el recuento se prevé ajustado y cualquier voto podría contar de cara a la victoria en las urnas.
El ex mandatario izquierdista Lula Da Silva lidera todas las encuestas, pero apenas con 4,6 puntos de ventaja media, en el acumulado de sondeos, con respecto al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que suele obtener finalmente más apoyo real que el otorgado por las pesquisas previas, motivo por el cual parte de los analistas cree que la victoria podría darse por ‘foto finish’.
Por eso las fábricas de ‘fake news’ trabajan estos días a toda máquina con el objetivo de intentar cosechar el mayor número de votos posibles y quitárselos, al mismo tiempo, al oponente. Dos son las principales noticias falsas que circulan estos días en las redes sociales brasileñas.
Por un lado, desde el bolsonarismo se asegura que Lula va a cerrar las iglesias evangélicas, algo que el candidato izquierdista ha negado en innumerables ocasiones, alegando, además, que la libertad de culto que existe hoy en Brasil se expandió con las leyes aprobadas durante su Gobierno.
La noticia, en cualquier caso, ha creado estupor en los círculos religiosos y son comunes los debates al respecto en la calle.
También circulan con especial virulencia los mensajes que denuncian que podría darse un fraude electoral en contra de Bolsonaro porque el sistema de votación electrónico usado en Brasil no es fiable, cuando en 25 años nadie ha podido demostrar que el sistema haya funcionado de forma irregular.
El mismo líder ultraderechista ha sembrado la duda sobre las máquinas de sufragio en decenas de ocasiones, llegando incluso a convocar, en 2021, una rueda de prensa para demostrar el fraude en la que, lejos de evidencias, presentó argumentos que bordeaban lo conspirativo.
Parte de sus seguidores están convencidos de que es imposible que Bolsonaro pierda, así que muchos analistas no descartan que pueda darse algún tipo de escenario en Brasil similar al acaecido en enero de 2021 en Washington, cuando el Capitolio de Estados Unidos fue asaltado por seguidores de Donald Trump que no creían que el magnate hubiese perdido las elecciones.
Las ‘fake news’ explotaron en las presidenciales de 2018, en las que se impuso Bolsonaro, y la mayoría de analistas en Brasil relacionan, principalmente, esas noticias falsas con la campaña del ultraderechista.
Hace cuatro años destacó en las redes de desinformación la noticia sobre un supuesto ‘kit gay’ que el entonces candidato izquierdista, Fernando Haddad, habría mandado distribuir en las escuelas cuando fue ministro de Educación, y que incluía biberones en forma de pene para los niños, algo a todas luces falso, pero que miles creyeron sin pensarlo dos veces. La noticia se diseminó en canales de información bolsonarista no oficiales.