MADRID, (EUROPA PRESS) – La hipertensión es una afección prevalente entre las personas con menos formación y más pobres de los países de renta baja y media (PRMB), a pesar de las tasas a menudo presumiblemente bajas de factores de riesgo comunes como el sedentarismo y la obesidad, según un estudio publicado en el ‘Journal of the American College of Cardiology’.
Sin embargo, la inversión en intervenciones destinadas a reducir las tasas de hipertensión y el riesgo en estas regiones es escasa en comparación con otros problemas de salud mundiales como el VIH, la tuberculosis y la malaria.
La hipertensión es un factor de riesgo altamente prevalente pero modificable para las enfermedades cardiovasculares.
También se estima que es la principal causa de muerte en los PBI y los PIM; sin embargo, a menudo se piensa que la hipertensión afecta principalmente a los individuos más ricos de esos países.
Los investigadores de este estudio examinaron las tasas de hipertensión en los distintos niveles socioeconómicos para determinar la asociación entre el nivel educativo y la riqueza de los hogares con la hipertensión; si la relación entre el nivel socioeconómico y la hipertensión difiere entre las regiones, y cómo los gradientes socioeconómicos de la hipertensión dentro de los países están asociados con el nivel de desarrollo económico.

«Para lograr la equidad en la salud es necesario entender qué condiciones de salud son más prevalentes entre los segmentos socioeconómicamente más desfavorecidos de la sociedad», explica Pascal Geldsetzer, autor principal del estudio y profesor asistente de medicina en la División de Atención Primaria y Salud de la Población de la Universidad de Stanford.